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El Gobierno Nacional pone en duda el pago de un bono de fin de año para los trabajadores


Kelly Olmos le transmitió a la CGT que el refuerzo no está definido y se sigue analizando. El mismo mensaje sugirieron las últimas declaraciones de Massa. Había expectativa tras los dichos del Presidente de una ayuda para compensar la inflación.

El Gobierno aún no tiene definido si finalmente dispondrá el pago generalizado de un bono salarial de fin de año para los trabajadores en relación de dependencia, pese a la expectativa que la posibilidad de esa medida generó en los últimos días a partir de las declaraciones del propio presidente Alberto Fernández y la presión de sectores del kirchnerismo por algún refuerzo destinado a aliviar los bolsillos frente al impacto de la inflación.

La posición de la Casa Rosada, en el sentido de que aún se sigue evaluando la conveniencia de ese beneficio y que -incluso- podría no prosperar, fue deslizada este martes por la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, a los referentes de la conducción de la CGT en el primer encuentro que mantuvieron desde la asunción de la funcionaria en reemplazo de Claudio Moroni.

Desde la denominada "mesa chica" cegetista indicaron a Clarín que Olmos explicó en la reunión que el Gobierno todavía no resolvió si avanzará con la implementación del bono extra para los trabajadores. "Se está evaluando", fue el comentario de la ministra ante la consulta de los sindicalistas sobre el tema.

Un dirigente que participó del encuentro, realizado en la sede de UPCN, amplió el mensaje: "Transmitió que aún no estaba definido si habrá o no un bono, ni a quiénes podría incluir si se resuelve algo. Hay muchas dudas" al respecto, insistió.

El propio ministro de Economía, Sergio Massa, quien también se reunión con un grupo de sindicalistas en las últimas horas, abrió el lunes algunos interrogantes sobre si efectivamente se dispondrá un refuerzo de fin de año para los trabajadores al advertir sobre las dificultades fiscales que enfrenta el Estado.

"Pensar en el salario tiene un problema que es que hoy de los salarios de menos de $120.000, el 60% son empleados municipales. Y obviamente cuando vos mirás la realidad de los municipios ves si a este municipio yo le subo los sueldos le arruino las cuentas", alertó el ministro en declaraciones radiales al ser consultado puntualmente sobre las posibilidad de fijar el pago de un bono generalizado. Y apuntó: "Siempre le pedimos al Estado Nacional y hoy nos encontramos con la particularidad de que el Estado Nacional tiene sus cuentas muy complicadas".

Los dichos de Massa sumado a la conversación que mantuvieron con Olmos generaron fuerte incertidumbre dentro de la CGT sobre si finalmente prosperará el refuerzo anticipado por el propio Presidente. "No creo que vayan a avanzar con eso, lo más probable es alguna ayuda para los sectores informales o que reciben planes sociales", comentó un gremialista. Otro dirigente compartió el mismo análisis y recordó que la mayoría de los gremios incluyó en sus respectivas paritarias algún tipo de suplemento o premio de fin de año que, junto con los aumentos salariales convenidos en la revisión de los últimos meses del año, intentan contener el impacto inflacionario.

Justamente la marcha de las paritarias fue también parte de la charla de la primer reunión de la cúpula sindical con Olmos desde su asunción al frente de Trabajo. De encuentro participaron, además del anfitrión Andrés Rodríguez, los triunviros Héctor Daer y Carlos Acuña, y los dirigentes Armando Cavalieri (Comercio), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Ruben Pronotti (Uocra), Sergio Romero (UDA), Jorge Sola (Seguros), Alejandro Amor (municipales porteños), Carlos Frigerio (cerveceros) y Argentino Geneiro (gastronómicos), entre otros.

Massa y los fondos para las obras sociales

La reunión con la titular de la cartera laboral se produjo horas después del encuentro que un grupo de gremialistas mantuvo con Massa el lunes con el propósito de insistir en el reclamo para que se garanticen los fondos para las obras sociales sindicales tras el traspié que significó, la semana pasada, la votación de la Cámara de Diputados de los artículos del Presupuesto que asignaban nuevos recursos a sus prestadoras.

Luego de rechazar el artículo 107 que creaba un fondo especial para el financiamiento de los tratamientos y medicamentos de alto costo, la Cámara baja si aprobó una partida de $ 148.000 destinada a costear los servicios de educación y transporte de los afiliados discapacitados que hasta ahora venían pagando las obras sociales de los gremios, pero la CGT cuestionó que el proyecto no haya precisado en forma concreta para que serían utilizados esos recursos.

Por esa razón, en la charla del lunes, le pidieron a Massa que el Gobierno avance con el dictado de un decreto o resolución que especifique que esas partidas (incluidas en el Presupuesto bajo el apartado "Salud") serán giradas periódicamente a la Superintendencia de Servicios de Salud para ser distribuidas a las obras sociales que deban pagar servicios de educación y transporte de afiliados discapacitados.

Es que, según advierten desde los gremios, el financiamiento de esos gastos representa en la actualidad más del 75% de las transferencias mensuales que reciben sus prestadoras desde el Fondo Solidario de Redistribución (FSR) del sistema de salud. "Hay un compromiso de resolver el tema, no queremos estar todos los meses golpeando puertas para que nos giren los fondos", señaló uno de los gremialistas que asistió al encuentro con Massa.