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La trascendencia de una obra mayúscula para atender la salud de los formoseños


Por Justo L. Urbieta

El paso del tiempo ha demostrado cual es la razón por la que Gildo Insfrán y el modelo de gestión que les propuso a sus comprovincianos ha sido repetidamente ratificado por el pueblo formoseño en las urnas, en democracia y libremente.

Es que a su pasión por la política, abrazada desde sus tiempos juveniles cuando irrumpiera sorpresivamente desde Laguna Blanca con la Lista Blanca con la que obtuvo una banca como diputado en la legislatura provincial frente a las poderosas azul y  celeste y blanca, le sumó su visión sobre las genuinas aspiraciones y sueños de los formoseños.

Ello no ha sido fruto de la lectura de la historia sino de la experiencia propia al recorrer hasta los más apartados y otrora impenetrables lugares del territorio y de su diálogo constante con los pobladores, todo lo cual lo sintetizó en una planificación minuciosa a la que dio en llamar Modelo Formoseño Para el Desarrollo Provincial.

Quienes se hayan tomado el trabajo de leer sus objetivos y cada uno de los proyectos de obras y medidas por encarar para promover la transformación hacia una Formosa Diferente, podrán comprobar que n o solamente cumplió a rajatabla con ellos, sino que los ha superado.

Este sábado en el barrio Mariano Moreno donde presidió una nueva edición del Operativo por Nuestra Gente Todo, escuchó mensajes elogiosos hacia su persona lo que lo llevó a aclarar que “Nada hubiese sido ni hecho sin el acompañamiento permanente del pueblo”.

Los viejos sueños

Tuve ocasión de acompañarlo durante muchos años y verificar como mis antiguas prédicas periodísticas transferidas por el entrañable Ricardo Juan Saraceni  , jefe de redacción del diario La Mañana , las fue transformando en hechos concretos como la pavimentación total de la ruta 81 y el freno al proceso de retracción del cauce del río Pilcomayo que evitó que media provincia quedase condenada a la desertización.

En ese sentido, Insfrán reconoció públicamente ayer que muchas de las obras que promovieron la transformación al acelerarse los tiempos del modelo propio se deben a la comprensión y el compromiso asumido con los formoseños por el ex presidente Néstor Carlos Kirchner a través de la firma del Acta de Reparación Histórica.

Una obra mayúscula 

De allí que no haya sorprendido que en el barrio Mariano Moreno haya confirmado que el Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia próximo a inaugurarse llevará el nombre de su amigo santacruceño.

Ante ciertas manifestaciones opositoras que aludían a dicho complejo, el gobernador explicó que la inauguración será un hecho político formal porque ya está en pleno funcionamiento y que ya son 14 los formoseños que fueron tratados para que vean aliviada la compleja enfermedad oncológica que padecen.

Hizo notar que no solo se trata de un bien de salud exclusivo para los formoseños sino también para los pacientes que lleguen desde otros lugares de la región y el país.

Preservar la vida 

El Centro se suma, así como una trascendente obra recreada para preservar la salud y la vida de los formoseños en su propia provincia como lo es el Hospital de Alta Complejidad “Presidente Juan Domingo Perón”, cabecera de un sistema de complejidad creciente tal cual está ordenado el Sistema Provincial de Salud.

También se agrega a la otra relevante novedad que tiene que ver con la creación de la Facultad de Medicina y la Licenciatura en Enfermería en la Universidad Provincial de Formosa con sede en Laguna Blanca que formará a los recursos humanos esenciales para sostener la fortaleza del sistema de salud.

En el encuentro con la vecindad del barrio Mariano Moreno tampoco estuvo ausente su reconocimiento de la difícil situación por la que atraviesa el país del mismo modo que lo que acontece en un mundo convulsionado.

Antídoto del odio 

Referenció, asimismo, los mensajes de desesperanza  que siguen emitiendo los sectores de la oposición al actual gobierno nacional y popular y sus representantes locales que confrontan con la realidad provincial que disfruta de la paz social.

En tal sentido, hubo una exhortación a continuar con la siembra del antídoto del odio que es el amor para que desde la comunidad organizada se detenga el propósito de los que constantemente actúan en contra de los intereses del pueblo argentino en general y del formoseño, en particular, desde el propósito de reimplantar un neoliberalismo que tanto daño ha causado a las justas aspiraciones de la población.