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Esta ave puede ayudar cambiar el paradigma de los campos formoseños


El Yetapa de Collar (Alectrurus risora) es una especie en peligro de extinción a nivel mundial y en la Argentina hay poblaciones activas en Corrientes y Formosa. Campos con bajos rindes por hectáreas podrían encontrar en esta especie una revolución productiva. La observación de aves esta entre las principales generadoras de turismo y sobre todo del sustentable, o amigable con el ambiente.

Por Jorge Pérez / George Hamilton Perez

Tuvimos que madrugar (junto a Luis María Mauriño), las cinco de las mañana salimos de Formosa hacia la zona donde se puede encontrar esta ave y una vez en el lugar pasó un corto tiempo para encontrarnos en un macho y poder admirar su vuelo y poder inmortalizarlo.

La población en el este de la provincia de Formosa, se mantiene en buen número y de momento sin indicios de su disminución, como podría estar sucediendo ya en Corrientes, donde el avance de la forestación, drenaje de los campos y la conversión a tierras agrícolas, esta afectando seriamente su hábitat. 

A pesar de la seca extrema y la quema de pastizales (su hábitat natural) lograr encontrar individuos fue una satisfacción.

El Yetapa de Collar sin su cola sería un ave casi del mismo tamaño que otras pájaros perqueños  es decir, poco más de 10 centímetros. En el caso del macho esa cola, acintada, hace que llegue a aproximadamente 25 centímetros. Y pesa aproximadamente 25 gramos o menos.

Los avances en la frontera productiva hicieron que el hábitat de la especie casi desapareciera. Su área de distribución comprendía el sur de Brasil (localmente en Mato Grosso do Sul, São Paulo, Río Grande do Sul), norte de Argentina (este de Formosa y Misiones al sur hasta Córdoba y norte de Buenos Aires), este de Paraguay y Uruguay.

En la provincia de Formosa se conserva una de las poblaciones actuales más importante de la especie, en la Reserva El Bagual,  de donde proviene toda la información sobre su biología a través del trabajo inenterrupido desde 1994 por Alejandro Di Giacomo. Quien realizó un aporte fundamental para que esta ave fuera protegida por una Ley que la declara Monumento Natural, trabajada con el subsecretario de Ambiente, Hugo Bay.

Esta en grave retroceso por la destrucción de su hábitat, está considerado vulnerable por la BirdLife Internacional y UICN, y consta en el Apéndice I de CITES. Además considerada amenazada en la nuestro país.

COMPORTAMIENTO. Se posa en hierbas altas o en alambrados. Caza en vuelo, en el suelo o entre pastos. Los machos realizan llamativos vuelos nupciales a partir de julio. En otoño e invierno se forman grupos de hasta 30 ejemplares entre juveniles y adultos.  La especie es polígama, los machos mantienen territorio donde reproducen con hasta cuatro hembras. El vuelo de los machos es fundamental para establecer los territorios de cría, y en ellos exhibe su larga cola y el parche anaranjado y sin plumas que luce en la garganta.

La provincia cuenta con un gran potencial, ya que está demostrado que la observación de aves ha crecido en los últimos años y es una fuente de generación de turismo sustentable que atrae a viajeros con importante poder económico.

Muchos de los pajonales y campos inundables del este de la provincia podrían cambiar drásticamente su forma de producir, empezando a recibir turistas de diferentes partes del mundo en armonía con una producción ganadera más sustentable. La provincia cuenta con una joya, en peligro de extinción, que podría transformarse en una generación de recursos para su comunidad y sobre todo para la preservación de especie. El desafío está planteado.