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El CEC Formosa y la Scretaría de la Mujer articulan acciones de protección a afiliadas

El Centro de Empleados de Comercio, filial Formosa y la Secretaría de la Mujer, dependiente del Gobierno Provincial, establecieron distintos canales interinstitucionales para resguardar a las afiliadas mercantiles, tanto del acoso laboral como de la violencia de género.

El titular del CEC-Formosa, Aníbal Alarcón se entrevistó con Angélica García, funcionaria encargada de dar respuesta a las diversas problemáticas femeninas en la provincia de Formosa.

Durante la reunión, el gremialista se refirió a la reciente habilitación de una línea telefónica para atender denuncias ligadas a acoso laboral, una iniciativa que fue muy bien recibida por las trabajadoras mercantiles.

“Nosotros podemos intervenir dentro del ámbito laboral, pero jamás inmiscuirnos en la vida privada de las compañeras. Por eso, acudimos a la Secretaría de la Mujer para establecer un canal de contacto, similar al del programa “Escucha activa, de mujer a mujer”, que les permita solicitar ayuda en caso de ser víctimas de violencia intrafamiliar”, resaltó Alarcón.

Tras remarcar que “las mujeres cumplen un rol primordial dentro de la actividad comercial”, Alarcón recordó que “desde que nos hicimos cargo del gremio hemos puesto toda nuestra atención para que se sientan protegidas y acompañadas en la defensa de sus derechos”.

El sindicalista puso de manifiesto la firma de convenio suscripto hace siete años por el compañero Martín Fernández y la secretaria de la mujer, Angélica García.

“En esa oportunidad – agregó- pusimos en marcha la campaña “Por un trabajo digno sin violencia laboral”, que implicó una fuerte tarea de concientización que continúa hasta la fecha”.

“Desde entonces ambas organizaciones venimos trabajando en forma conjunta, articulando acciones de contención psicológica, legal, sindical y especialmente afectiva”, ponderó por su parte Angélica García.

“Por un lado, tenemos un tema preocupante como la violencia laboral que viven muchas trabajadoras mercantiles, no sólo de parte de algunos jefes, sino incluso de mujeres que cumplen la función de supervisoras. Y por otro, la situación de maltrato que viven en sus casas. Es como padecer un doble infierno”, advirtió.

La funcionaria volvió a destacar que “no es usual que un sindicato se preocupe y ocupe tanto por sus afiliadas”, afirmando que “siempre podrán contar con nosotras para buscar juntas la mejor solución posible”.