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Un error que todos cometemos

Por Santiago Bazán

En la sociedad actual, donde todo cambia a una velocidad increíble y casi todo es transitorio, se da mucho valor al poder, al dinero y al reconocimiento momentáneo. Se persiguen estos atributos incansablemente, como un fin en sí mismo. De esta manera, todo está sujeto a cambio y todo es legítimo, siempre y cuando me permita alcanzar mis fines.

Esta forma de percibir lo importante hace que se resientan terriblemente las relaciones humanas y laborales, que las instituciones se debiliten y aumente la incertidumbre y la inseguridad.

En la vida cotidiana, esto tiene un efecto muy perjudicial sobre el ser humano, puesto que nos suma una carga enorme de ansiedad que deteriora nuestra capacidad de reaccionar de manera adaptada a los desafíos del día a día, además de dañar nuestra calidad de vida.

Una forma de aliviar esta carga es, en vez de pensar en los fines (el poder, el dinero, la fama), enamorarnos del proceso. Adoptar la disciplina, la ética del trabajo, la humildad, el deseo de ayudar a otros como una forma de vivir.

Si elegimos vivir según nuestros deseos finales, eventualmente podremos conseguirlos, pero quedaremos expuestos a los terribles efectos que la modernidad puede generar en quienes se conducen con esa mentalidad. Mejor es buscar la consistencia, mejorar cada día, trabajar para perfeccionar la propia capacidad de resolver problemas más complejos, vivir una vida llena de sentido y servir a otros sin esperar nada a cambio.

SOBRE SANTIAGO

Santiago tiene la experiencia y el rigor analítico para encontrar siempre las estrategias adecuadas para alcanzar objetivos de manera eficiente. Su trabajo en diversos campos (psicología, empresas, política, ONG) le permite tener una comprensión muy precisa de lo que sus clientes le refieren, tanto a través de las palabras, como del lenguaje no verbal.

Es psicólogo, egresado con medalla de oro, coach profesional (Strategic Intervention Coach) certificado en Robbins-Madanes Training con los maestros internacionalmente reconocidos Tony Robbins y Cloe Madanes; además, cursó una Maestría en políticas públicas para el desarollo (Flacso Argentina).

Se desempeñó como asesor y estratega personal de ejecutivos y propietarios de empresas, líderes políticos, gobiernos provinciales, gobiernos locales, empresas privadas y ONG. Hace nueve años trabaja con equipos y personas en temas de desarrollo personal, liderazgo y comunicación estratégica.