A sesenta y siete años de la reforma constitucional de 1949 impulsada por Juan D. Perón:
“La vigencia del constitucionalismo social reside en la filosofía trascendente que la animó: profundamente humanista y profundamente cristiana”
El vicegobernador Floro Bogado resaltó la vigencia de las conquistas sociales plasmadas en la reforma constitucional del 1949, al conmemorarse 67° Aniversario de su proclamación; “su vigencia reside en la filosofía trascendente que la animó –expresó- profundamente humanista y profundamente cristiana.
Destacó además que “aquella Carta Magna” no quedó como una mera expresión de deseos, sino que se llevó a la práctica inaugurando el período más feliz de la historia de nuestro pueblo, y la que nos impulsa a seguir bregando por la plenitud de su continuidad ” remarcó.
Indicó que “por primera vez se reivindicaba a los trabajadores con salario justo, con jornada de 8 horas de trabajo, contrato protegido por el Estado, derecho a la huelga y múltiples beneficios sociales: seguro de enfermedad, maternidad, niñez, vejez e invalidez; la igualdad de hombres y mujeres en las relaciones familiares, la gratuidad de la educación en todos sus niveles y los artículos económicos que establecen la función social de la propiedad, en la que la propiedad privada debe cumplir una función social, y el capital debe estar al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar común; las reglas para la intervención del Estado en la economía, entre otros valores de altísimos relieves benefactores para la realización integral del hombre. Perón, que había percibido ese “renacimiento de la conciencia de los trabajadores, le había dado institucionalidad constitucional a muchos derechos económicos, políticos y sociales de los trabajadores ya consagrados como gobernante. Sobre esos principios, en “hermandad con los que trabajaban se levantó nuestra hermosa Patria” y aún hoy están más vigentes que nunca” –subrayó-.
Recordó las constituciones sociales que la antecedieron, con características similares como: “la Constitución Rusa de 1917, la Constitución mexicana de Querétaro promulgada en 1917, la Constitución alemana de Weimar de 1919, la Constitución de Colombia 1921, la Constitución Boliviana de 1938, la que introduce el concepto de función social de la propiedad agraria, antesala del principio “La tierra es para quien la trabaja” y otras de tipo social como la de Estonia (1920) y la de Polonia (1921)”.
En este sentido, recordó también que “nuestra provincia tiene una Constitución que sigue ese lineamiento profundamente social, sobre todo fue pionera en institucionalizar el asentamiento de las comunidades aborígenes y en el reconocimiento de sus derechos fundamentales, inspirados en la Ley Integral del Aborigen 426, cuyos principios se insertaron también en la Constitución de Formosa en 1991 y en la Constitución Nacional del 1994, en su art. 75, inciso 17. Inclusive, sirvió también de modelo para Iberoamérica.
“La hora nos exige, más allá de las ideologías, que continuemos por la senda de la justicia social que nos dejó nuestro líder, convencidos que no hay objetivos imposibles cuando es noble la causa que abrazamos y cuando por ella trabajamos todos los compatriotas conjugando el mismo ideal fraterno de unidad en un mundo diverso, armonizando las diversidades, dejando atrás las falsas antinomias, hermanados, solidarios y organizados por una Patria grande y un pueblo feliz, concluyó el vicegobernador Bogado.-
El vicegobernador Floro Bogado resaltó la vigencia de las conquistas sociales plasmadas en la reforma constitucional del 1949, al conmemorarse 67° Aniversario de su proclamación; “su vigencia reside en la filosofía trascendente que la animó –expresó- profundamente humanista y profundamente cristiana.
Destacó además que “aquella Carta Magna” no quedó como una mera expresión de deseos, sino que se llevó a la práctica inaugurando el período más feliz de la historia de nuestro pueblo, y la que nos impulsa a seguir bregando por la plenitud de su continuidad ” remarcó.
Indicó que “por primera vez se reivindicaba a los trabajadores con salario justo, con jornada de 8 horas de trabajo, contrato protegido por el Estado, derecho a la huelga y múltiples beneficios sociales: seguro de enfermedad, maternidad, niñez, vejez e invalidez; la igualdad de hombres y mujeres en las relaciones familiares, la gratuidad de la educación en todos sus niveles y los artículos económicos que establecen la función social de la propiedad, en la que la propiedad privada debe cumplir una función social, y el capital debe estar al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar común; las reglas para la intervención del Estado en la economía, entre otros valores de altísimos relieves benefactores para la realización integral del hombre. Perón, que había percibido ese “renacimiento de la conciencia de los trabajadores, le había dado institucionalidad constitucional a muchos derechos económicos, políticos y sociales de los trabajadores ya consagrados como gobernante. Sobre esos principios, en “hermandad con los que trabajaban se levantó nuestra hermosa Patria” y aún hoy están más vigentes que nunca” –subrayó-.
Recordó las constituciones sociales que la antecedieron, con características similares como: “la Constitución Rusa de 1917, la Constitución mexicana de Querétaro promulgada en 1917, la Constitución alemana de Weimar de 1919, la Constitución de Colombia 1921, la Constitución Boliviana de 1938, la que introduce el concepto de función social de la propiedad agraria, antesala del principio “La tierra es para quien la trabaja” y otras de tipo social como la de Estonia (1920) y la de Polonia (1921)”.
En este sentido, recordó también que “nuestra provincia tiene una Constitución que sigue ese lineamiento profundamente social, sobre todo fue pionera en institucionalizar el asentamiento de las comunidades aborígenes y en el reconocimiento de sus derechos fundamentales, inspirados en la Ley Integral del Aborigen 426, cuyos principios se insertaron también en la Constitución de Formosa en 1991 y en la Constitución Nacional del 1994, en su art. 75, inciso 17. Inclusive, sirvió también de modelo para Iberoamérica.
“La hora nos exige, más allá de las ideologías, que continuemos por la senda de la justicia social que nos dejó nuestro líder, convencidos que no hay objetivos imposibles cuando es noble la causa que abrazamos y cuando por ella trabajamos todos los compatriotas conjugando el mismo ideal fraterno de unidad en un mundo diverso, armonizando las diversidades, dejando atrás las falsas antinomias, hermanados, solidarios y organizados por una Patria grande y un pueblo feliz, concluyó el vicegobernador Bogado.-
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