El objetivo de darle rango constitucional a los derechos adquiridos por la apuesta del pueblo al modelo formoseño
Se aproxima la jornada en la que el pueblo es convocado nuevamente para que revele y, eventualmente, revalide al Modelo Formoseño para el Desarrollo Provincial, esto es la hoja de ruta que marcó la impronta de la gestión de Gildo Insfrán.
El ideólogo y ejecutor de esta propuesta que fue apropiada por el justicialismo y sus aliados para triunfar en todas las elecciones realizadas entre diciembre de 1995 a la fecha y que, naturalmente, tendrá continuidad hasta fines de 2025.
Pero las jornadas comiciales de este domingo y las que habrá en la que se elegirán a los candidatos a cargos legislativos nacionales, tienen un matiz diferente al de las que transcurrieron en todo este tiempo.
Es que, además de verificarse la opinión de la ciudadanía para los cargos a renovar en las legislaturas provincial y municipal, tiene relevancia singular porque se trata de conocer la opinión de los empadronados acerca de quienes deben ser los representantes de la comunidad formoseña que se encargarán de redactar la nueva Constitución Provincial.
El objetivo de Insfrán- quien, nuevamente, ha salido al ruedo político para encabezar a lo largo y ancho del territorio la campaña electoral –para mostrar las realidades frutos del proyecto propio y para que, más alá de los inadvertidos, se reconozca que ha cumplido con la palabra y los compromisos asumidos con los formoseños.
Ha quedado en evidencia que la gestión peronista del lagunense ha tenido resultados fructíferos cuando se identificaron ideológica y políticamente quienes asumieron la máxima magistratura nacional y provincial.
Una clara evidencia, naturalmente la que más ha ilusionado a los habitantes de este costado norte de la Patria, ha sido la recuperación del PEN por parte de Néstor Carlos Kirchner quien en 2003 comprendió y respondió a la expectación de la provincia a la necesidad de una herramienta reparadora que permitió la aceleración de las obras y medidas contenidas en el Modelo Formoseño.
A contracara de esa evolución surgieron neutralizaciones de obras y la quita de los derechos fiscales adquiridos en las administraciones de signos diferentes que se corrigieron y corrigen con una administración de los recursos del tesoro provincial que hace 22 años es superavitaria.
Pero Gildo ha ido más allá de los resultados tangibles y de allí que se haya empeñada en convocar a la ciudadanía para que nomine a quienes se encargarán de incluir en la ley fundamental provincial los derechos adquiridos por los formoseños y por aquellos que no lo son pero que aman a esta provincia a la que eligieron como destino de vida.
A quienes son gestores de este tiempo político se le suman ahora a los que se ha señalado como” los hijos del Modelo”, es decir a la nueva generación que se ha empoderado de la política y que han sido señalado como dueños del presente y del futuro para que afirmen actualizados los contenidos del proyecto provincial.
La propuesta original se basó en cuatro ejes fundamentales: energía eléctrica, comunicaciones, caminos y manejo de los recursos hídricos.
Atendidos todos ellos se actualizó ese desafío con la recreación de planes estratégicos provinciales y locales en una alianza con los municipios y entidades comunitarias que hicieron posible realizaciones en el campo de la producción y el trabajo, la educación, la salud y la seguridad que agregaron como novedad a la apuesta a la ciencia y la tecnología aplicadas en todos los campos.
El comicio de este domingo 29 de junio habrá de poner en tiempo y forma la identificación de la ciudadanía con esa propuesta que ha sido fruto de un consenso natural entre el actual mandatario y el pueblo formoseño al que siempre ha rendido cuentas y esclareció cuando se ha pretendido empañar su transparencia desde campañas mendaces que nunca fueron acompañadas por propuestas alternativas y responsables.
(Justo L. Urbieta)