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Basualdo, en el ojo de la tormenta: otro escándalo más, ahora con vivienda “usurpada”


El intendente de Las Lomitas, Atilio Basualdo, acumula en las últimas semanas una serie de denuncias que dibujan un preocupante entramado de irregularidades, favoritismos y abusos de poder. Mientras el jefe comunal reclama públicamente falta de fondos para atender necesidades básicas del municipio, puertas adentro toma decisiones que benefician a su círculo íntimo y afectan directamente a los vecinos.

Uno de los escándalos más recientes que lo involucran surgió tras la difusión de un documento oficial que exime del pago de impuestos municipales a empresarios cercanos a la familia Basualdo. Esta condonación implica una grave pérdida de recursos para la comuna, en momentos donde las calles están deterioradas, los espacios públicos abandonados y los reclamos vecinales en aumento.

A esto se suma el indignante episodio del fastuoso cumpleaños que la esposa del intendente organizó para la perrita de la familia. Con catering, decoración temática y gastos desmedidos, el festejo generó una ola de indignación en redes sociales, sobre todo en contraste con las condiciones en las que viven muchas familias de la zona.

Anteriormente, el propio intendente estuvo en el ojo de la tormenta al haber “apurado” a personal de Gendarmería para que no activen el control de un vehículo que traía mercadería sin aval aduanero (de contrabando) y que tenía como destino el negocio de su hija en la propia localidad. Esta información nunca fue negada (ni confirmada) por la fuerza nacional.

Pero el cúmulo de denuncias no se detiene ahí. Vecinos del barrio Eva Perón aseguran que Atilio Basualdo y su hijo Pablo Basualdo —presidente del Honorable Concejo Deliberante— habrían “tomado” una vivienda del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), ubicada en la manzana 6 entre Provincias Unidas y Maipú. El inmueble, según testimonios, estaba destinado a una ex empleada de la empresa de cable de la familia Basualdo, pero fue “cedido” por los funcionarios municipales a un “amigo especial del clan” que, además, sería candidato a concejal en las próximas elecciones por el espacio político del intendente.

Estas acusaciones, que involucran bienes públicos, recursos municipales y privilegios personales, plantean serias dudas sobre la transparencia con la que pregona el intendente de Las Lomitas. La pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Está al tanto de esta situación el Instituto Provincial de la Vivienda? ¿Qué medidas tomará frente a esta grave denuncia por supuesta usurpación institucionalizada?