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La incertidumbre exige seguir apostando a la construcción de una comunidad humana y solidaria


Por Justo L. Urbieta

Es probable que la incertidumbre generada entre los argentinos en los finales de un año que debería encontrar a su población celebrando con bombos y platillos los 40 años de recuperación de la democracia sea la causa de una desmotivación de la ciudadanía.

Sin embargo, en el caso especial de Formosa, su pueblo está habituado a enfrentar y sortear las adversidades a punto tal que la lucha por actuar colectivamente para lograrlo fue exitosa siempre que se actuó en unidad y solidaridad.

Y los ejemplos no son cercanos – porque aparecen planteados en el Modelo Formoseño lanzado por Gildo Insfrán en 1995- ´puesto que asoman en las actitudes ejemplares de quienes protagonizaron la fundación de la Villa en 1879 y los que consiguieron hacer realidad el sueño de la provincialización en 1955.

Y lo incierto aparece tras la irrupción para conducir los destinos del país de alguien como Javier Milei que concitó el interés de una gran y sorpresiva mayoría de la ciudadanía por su mensaje contrario al ancestral comportamiento de la clase política que lo convirtió en presidente de la Nación, aunque en el tramo final con la colaboración electoral de quienes habían sido derrotados en los comicios del 22 de octubre.

Lo indeterminado deviene de la expectación reinante que se diluye con esa alianza con quienes fueron los destinatarios de sus críticas y de haber contraído la mayor deuda externa de los últimos 40 años, sobre todo por la intermediación e influencia de alguien como Mauricio Macri que no tuvo una administración ponderable, justamente.

Ni festejos por los 40 años de la democracia y escaso bullicio por las tradicionales celebraciones y conmemoraciones de fines de año que convoca a la familia aferrada a la evocación del nacimiento de Jesús y al comienzo de un nuevo año que siempre se aguarda con las mejores esperanzas.

La dirigencia política, gremial y empresaria del país está dividida actualmente por el concierto de medidas sintetizadas por el famoso DNU presidencial y se insinúan reacciones que pueden llegar a conmover la tranquilidad social en el país.

Tras la Navidad vendrán más marchas y movilizaciones por parte de quienes se ven afectados en sus derechos temiéndose que el “Protocolo de Seguridad” recreado como paso previo al anuncio de sus novedades al pueblo por parte de Milei hacen pensar en eventuales represiones y situaciones de alta tensión.

De allí que se reconozca como oportuno y criterioso el mensaje de Insfrán quien, al dirigirse al pueblo formoseño, lo invita a contemplar en cada pesebre el amor de Dios hecho hombre para que Él renueve  en los corazones la fe y la esperanza en seguir construyendo unidos y con amor una comunidad más humana y solidaria.

Esta actitud prudente se sustenta en su experiencia política que lo llevó a pronosticar, sin errores, lo que iría a suceder en la Argentina según quien fuese el elegido por la mayoría, a la que respeta, para conducir sus destinos en los próximos cuatro años.

Y en toda la campaña fue preciso al señalar el modo como cada candidato actuaría según su ideología habiendo anticipado que tanto el macrismo cuanto los libertarios representaban los mismos riesgos para aquellos que abrazan la causa nacional y popular porque así lo ha demostrado la realidad de hace pocos años.

Recientemente, y tras la primera reunión con el actual jefe de estado, zse sumó a la postura de los gobernadores peronistas que se manifestaron su inquietud por las restricciones que aparecen en el horizonte del federalismo y la distribución de los recursos coparticipables así como la eventual paralización de las obras públicas y el deterioro social ante correcciones a las leyes laborales y la visión mileinista acerca de las políticas de educación y salud, principalmente.

De todos modos, nadie ignora que el lagunense es un dialoguista pertinaz y que apelará al consenso para ir resolviendo los problemas que aparezcan, mostrándose esperanzado en que de persistir la respuesta comunitaria de los formoseños en ese quehacer no solamente se podrán aliviar los pesares, sino que se podrá disfrutar de una Nochebuena feliz y una bendecida Navidad.

Este es también el deseo para nuestros lectores que acompañaron este trajín cotidiano en 2023 que ya está dándole pista cada vez ,con mayor premura, para la llegada del Año Nuevo con su carga de esperanzas renovadas.