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Alguien que dedicó su vida a su gran pasión: la política


Así como los trabajadores de la cultura se deleitan y regocijan cuando sus producciones son recibidas, entonadas y recitadas por el pueblo, sin dudas que los políticos, que tienen la posibilidad de acceder a lugares clave en el ejercicio del poder, se regocijan cuando la vida les otorga la posibilidad de contemplar la obra realizada y percibir cuán útil ha sido para la comunidad.

Y uno de esos ejemplos es el de Gildo Insfrán quien desde su adolescencia y juventud enriqueció su espíritu sustentado en el anhelo de servir solidariamente a su pueblo -Laguna Blanca donde nació un 19 de enero- y consecuentemente a toda Formosa y sus habitantes.

Halló en la política la razón de su vida y aunque no ignoró las consecuencias de encaminarse en la vida a través de ella, no dudó en cumplir sus aspiraciones y objetivos sustentados en el servicio al bien común.

A esta altura, más allá de los juicios variopintos que naturalmente generan la evaluación de la obra de los seres humanos en su trayectoria terrenal, es innegable que por lo ideado, planificado y ejecutado este comprovinciano superó sus expectativas y ya ha ingresado en la historia grande de la política argentina.

Uno de sus legados es el Modelo Formoseño para el Desarrollo Provincial, una hoja de ruta que contiene las previsiones en acciones y obras para cada lugar de los 9 departamentos de la provincia y sus complementos, los Planes de Desarrollo local que precisan las realizaciones para los 37 municipios formoseños.

Ambos instrumentos de planificación surgieron del consenso entre la gestión de Insfrán y representantes de los distintos sectores de la comunidad provincial alcanzado en audiencias públicas.

Su familia

Gildo es hijo de don Miguel Insfrán y de doña Ascensión Fiore, más conocida como doña Pocho, y nació en Laguna Blanca el 19 de enero de 1951.

Aprendió desde niño, pues tenía 9 años cuando falleció su padre, a acompañar a su madre en la difícil tarea de afrontar las necesidades y situaciones que implican la tenencia de un hogar familiar.

Don Miguel transportaba algodón y otras cargas hacia Clorinda y siendo niño Gildo lo acompañaba y advertía, por experiencia propia, lo que implicaba el aislamiento cuando las lluvias prolongaban los tiempos de los viajes de regreso al hogar ya que los caminos eran de tierra y resultaban un vallado para garantizar la ida y la vuelta en tiempos precisos.

Tiempo de estudiante

Y desde entonces fue recreando en su mente todas aquellas limitaciones que condicionaban la evolución de su pueblo natal, así como su realización personal ya que, por ejemplo, debió emigrar a Clorinda siendo adolescente para continuar sus estudios secundarios.

Tras egresar apeló a la Universidad Nacional del Nordeste, UNNE, para continuar sus estudios académicos y de la Facultad de Agronomía y Veterinaria egresó como profesional.

Médico veterinario

Como médico veterinario recorrió los pueblos, parajes y colonias de diversos departamentos de la provincia en el contexto de una misión que le permitió conocer la provincia y el perfil de su gente hasta que concluyó que veía en la política la opción ideal para canalizar las aspiraciones comunitarias y expresar sus propias ansias de estar al servicio de los demás.

Todo comenzó con la lista Blanca que le permitió acceder a una banca de diputados en 1985 y su protagonismo alcanzó tal dimensión que el justicialismo lo nominó en dos períodos consecutivos para que se desempeñe como vicegobernador de la provincia y como primer convencional constituyente por Formosa en la asamblea de 1994.

Modelo propio

Toda esa experiencia de vida quedó volcada en el modelo propio. La integración territorial, la construcción de la infraestructura necesaria para favorecer el ejercicio de la educación, las obras viales que conectaron a los pueblos y permitieron a sus habitantes conocerse y reconocerse en lo cultural y los servicios esenciales –como la energía eléctrica, el agua potable y la fibra óptica para optimizar y modernizar tecnológicamente los sistemas de comunicaciones– así como en el manejo adecuado de los recursos hídricos.

En este último aspecto, desde siempre, entre las banderas principales que enarboló figuraron la gestión local, nacional e internacional para lograr que se frene el proceso de retracción del cauce del río Pilcomayo y el acuerdo con Paraguay para que las aguas se distribuyan de modo equitativo así como la consideración del destino de los pequeños productores agropecuarios a quienes contuvo en el PAIPPA y a los que instó a olvidarse del monocultivo y a sumarse al tiempo de la diversificación agrícola y frutícola sin abandonar la promoción ganadera

Política nacional

Gildo es el político formoseño que mayor notoriedad alcanzó a nivel nacional y en los últimos tiempos gravitó para que se concretase la reconstrucción del Movimiento Nacional Justicialista desde el llamado y la formalización de la unidad que ha conseguido que el peronismo y sus aliados recuperasen a fines de 2019 el poder ejecutivo nacional.

Querido por niños, adolescentes, jóvenes, adultos de todas las edades y por los abuelos, Insfrán por decisión del pueblo en las urnas se ha convertido en el político que por más años ha gobernado su provincia en forma consecutiva.

La amistad

Tiene un alto concepto de la amistad y la solidaridad y la gente confía en su palabra porque acostumbra a cumplir lo que promete.

Siendo vicegobernador, y en una charla entre ambos, confiaba su opción por la política y el valor singular que le asigna a la amistad. Pero, aconsejaba:” La amistad es como las plantas. Hay que regarlas permanentemente para que no se sequen”.

Las salutaciones

Este 19 de enero, como ya ha ocurrido desde hace muchos años, sus amistades y familiares -particularmente sus hermanos Jhonny (Miguel) y Carlín (Carlos Hugo) y sus hijas Sofía y Yaninna -junto al recuerdo de Gildo Miguel inserto en el alma- serán los primeros en hacerle expresivos sus plácemes

Como un pintor o un escultor se sienten al contemplar el fruto de su inspiración, es probable que este político formoseño debe sentir también la curiosidad de palpar el resultado de sus ideas, su planificación y su gestión.

Más allá de sus sensaciones, siempre se muestra cauto al evaluar esas situaciones y sobre todo el haber podido hacer realidad sus sueños como la pavimentación total de la ruta 81 o mantener activo en territorio formoseño el cauce del río Pilcomayo; los cinco CEDEVA; la construcción de más 1.400 escuelas. La Red de Fibra Óptica, la Costanera y el Hospital de Alta Complejidad: “Estas son algunas de las grandes obras que hemos construido en Formosa y que trascienden a los hombres”.

Considera que mucho se ha hecho en Formosa pero que aún resta mucho más por concretar.

Hay bastante en marcha como para contemplar su transformación y evolución y de allí que confíe que los nuevos soñadores, los jóvenes de este tiempo, sean los encargados de sumar esfuerzos para que esos proyectos que ya están listos puedan enorgullecer a todos porque implica haber sido protagonistas responsables de la construcción de una Formosa diferente, una aspiración del actual gobernador formoseño.

Justo L. Urbieta