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Virgen del Carmen, Patrona de Formosa



Todos los años, cada 16 de julio, los formoseños celebramos una vez a

nuestra patrona, la Virgen del Carmen.

La imagen de nuestra Santa Patrona llegó a Formosa hace

aproximadamente 142 años. La misma ya era venerada en forma particular en

Villa Occidental, antigua capital de la Gobernación del Chaco. Y fue trasladada

a nuestra ciudad por los primeros pobladores de la Villa Formosa.

En el año 1963, quien fuera nuestro Primer Obispo, Monseñor Scozzina,

realizó una investigación a fin de averiguar detalles de la llegada de la imagen

de la Virgen, llegando a la conclusión que fue trasladada por el Mayor Sandoval,

entre los años 1879 y 1881, y era la misma que se veneraba en el altar mayor

de la Catedral de nuestra ciudad. Y que en los primeros años de la fundación era

venerada en las barrancas del Río Paraguay. Luego se trasladó, esta imagen, a

una capilla provisoria, donde hoy funciona la Jefatura de Policía. Y tiempo

después estuvo en una primera capilla, de los padres franciscanos, en las calles

Belgrano y Pringles.

Investigando los registros, buscando huellas de la antigüedad del

patronazgo de nuestra Señora del Carmen, se halla un asiento, en la Iglesia

Catedral, correspondiente al año 1880 donde textualmente se asienta “Iglesia de

Nuestra Señora del Carmen”.

En las Memorias del Padre Grotti, también se halla una mención a “la

Novena de la Patrona”, el 6 de julio de 1891.

En el año 1901, el Obispo de Santa Fe, Monseñor Juan Boneo, confirmó

canónicamente la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, porque en ese

entonces, Formosa, pertenecía a esa diócesis.

Las distintas autoridades de gobierno local siempre decretaban feriado el

día 16 de julio. Pero, recién el 7 de julio de 1914, las autoridades comunales y el

pueblo formoseño, se dirigieron formalmente, con una petición al entonces

Gobernador Juan José Silva, en la que solicitaban al Poder Ejecutivo Nacional y 

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al Congreso que se declaré feriado el día de la Virgen. El gobernador envío un

telegrama con esta solicitud y recibió como respuesta que los empleados el día

de esta festividad no concurrieran a trabajar.

Luego, por decreto N° 3.378, del Poder Ejecutivo Nacional, con fecha 16

de julio de 1946, el día 16 de julio, fue instituido como feriado, con carácter

permanente, para el ámbito de la ciudad de Formosa.

Y tiempo después, se aprueba la Ley Provincial Nº 168, sancionada el 6

de diciembre de 1960, que declara a la Virgen del Carmen patrona de

Formosa y se instituye, feriado, en todo el territorio provincial el día 16 de julio

de cada año, la cual es ratificada anualmente por el Poder Ejecutivo Provincial.

Cabe mencionar también, que la advocación de Nuestra Señora del

Carmen se origina en el Monte Carmelo (Israel), lugar donde según la tradición

judeo-cristiana vivió el profeta Elías.

Fue el 16 de julio de 1251, cuando la imagen de la Virgen del Carmen se

le aparece al superior general de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo

(carmelitas), San Simón Stock, y le entrega un escapulario, prometiendo librar

del castigo eterno a los que lo llevasen.

A partir de allí la devoción a la Virgen del Carmen se extendería por toda

Europa y llegaría a América en el siglo XVI.

Y la advocación mariana, Virgen del Carmen de Cuyo, mendocina hace

su aparición en el siglo XVIII, cuando Pedro de Núñez -caballero de gran fortuna

y devoción, donó la imagen y todo lo necesario para el culto de la Virgen del

Carmen-.

Esta imagen estuvo primero en el templo de los Padres Jesuitas pero en

1776, a raíz de la expulsión de la Orden, la imagen fue trasladada a la Basílica

de San Francisco Solano, desde donde presidiría una de las más bellas jornadas

de la historia de nuestra patria: a partir del año 1814, San Martín hará de los

pacíficos habitantes de Cuyo, heroicos soldados forjadores de libertad y ellos

necesitan una Madre que los ampare y de sentido a tanto sacrificio. Es de todos

conocida la profunda devoción que el Libertador profesó a la Virgen y que lo hizo

nombrarla generala del Ejército Libertador.

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Tanta importancia dio al tema que lo decidió con su estado mayor: la

devoción a la Virgen del Carmen estaba muy arraigada en Cuyo y casi todos los

soldados llevaban su escapulario, eso sin dudas inclinó la balanza.

Es así que el 5 de enero de 1.817, San Martín le entrega su bastón de

mando, la nombra generala, y hace bendecir también la Bandera de los Andes

saludada por dianas y la banda con cajas y clarines, mientras rompía una salva

de veintiún cañonazos, ante el ejército de gran gala y todo el pueblo de Mendoza.

Más tarde, después de sus triunfos, entregará definitivamente su bastón, esta

vez en el silencio que acompaña a todo lo grande y dejando estas palabras:

“La protección que ha prestado al Ejército de los Andes su Patrona y Generala

la Virgen del Carmen son demasiado visibles”.

Ambas reliquias, el bastón y la carta, se conservan hoy en el Camarín de

la Virgen, en el templo de San Francisco, como mudos testigos de la parte que

Ella tuvo en la grandeza de alma de nuestro Libertador. Siendo Generala del

Ejército Argentino, junto a la banda, acompaña a la imagen nuestra bandera,

como así también las banderas de Perú y Chile, al ser esta advocación Patrona

de los dos países vecinos.