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Guarderías para facilitar a madres que puedan terminen sus estudios

El  ministro de Cultura y Educación, Alberto Zorrilla, encabezó la primera reunión general del año con directores  de las unidades educativas de nivel de Educación Permanente o Adultos. Se trata de generar las condiciones para que las personas que por alguna circunstancia no concluyeron sus estudios de jóvenes, lo puedan hacer ahora, incluso en algunos casos habilitando guarderías para cuidar a los hijos cuyas madres estén cursando estudios en determinado nivel.
Explicó que la Educación Permanente  reúne a los núcleos de primaria y los Centros de Educación del nivel secundario,  que cumplen la función de brindar una segunda oportunidad a las personas que no pudieron hacerlo por diferentes razones  a la edad correspondiente.
En este sentido Zorrilla remarcó que estado formoseño pone a disposición de esas personas todo un sistema  de Educación Permanente  con diseños curriculares especiales , organizaciones especiales y un seguimiento  de las trayectorias especiales que contemplan la realidad de cada uno de ellos.
Respecto de ese punto detalló que la mayoría de las personas que asisten a este nivel, trabajan o son madres de familias con hijos pequeños y que para salvaguardar esa situación “existen jardines maternales, donde se les cuida a los niños, e inclusive comedores para darles de comer para que las madres estén tranquilas y puedan estudiar.”
Significó que de esta manera se garantiza en primer lugar la alfabetización del adulto para que finalice la primaria  y le abra las puertas para continuar con el nivel secundario y también a otras aspiraciones que las personas puedan tener tales como institutos superiores de educación terciaria o universidad o simplemente para ver la vida desde otro punto de vista y con mayor información.
Resaltó el ministro que en la actualidad el llamado enciclopedismo “no va más”, ni en los jóvenes y mucho menos en personas adultas, que de por sí tienen otras aspiraciones y vivencias, por lo tanto se hace hincapié en lo  que Freyre denominaba “La pedagogía del oprimido”, y sobre la realidad de cada uno de ellos se construye el proyecto pedagógico.