Naidenoff traslada culpas de Macri a la gente
La defensa por negación es un recurso discursivo de muchos actores que pretenden instalar “su” narrativa.
En tanto es más perverso el ataque a por la vía de trasladar a los demás la culpa por las fallas del modelo.
El senador nacional Luis Naidenoff defiende al presidente Mauricio Macri que a año y medio de estar en el poder ya no avanza en implantar un modelo, que fracasó a poco de nacer. En estos momentos la coalición aliancista trata de sostenerse en el poder a cualquier precio.
Pero todo tiene un valor en el libre mercado político macrista. El precio que estamos pagando los argentinos es endeudar al país. En estos momentos la deuda supera el 60 por ciento del PBI, mientras se siguen emitiendo letras del tesoro o Lebacs, que también superaron la base monetaria.
El senador que quiere serlo por tercera vez, recurre a datos falsos para construir una realidad que solo el macrismo entiende en su lógica de permanencia a como dé lugar.
Ha dicho que Formosa es la que más recursos federales recibe; también que el Plan Belgrano lleva ejecutado 6 mil millones en obras.
Todo esto es falso de falsedad absoluta.
En el famoso plan que ya tiene el nombre del unitario “Mitre” vio la luz bajo la mentira porque incluyó transferencias que la administración anterior realizaba y que no son una concesión sino un derecho, como las correspondientes a jubilaciones y planes sociales.
El presidente Macri aseguró que este mal llamado “Plan Belgrano” haría eje en la obra pública iniciando con 16 mil millones de dólares en diez años. Estos fondos se dividirían en 10 mil millones de dóalres para infraestructura vial, 5 mil millones para la “rehabilitación ferroviaria” y 250 millones de dólares para mejoras aerocomerciales. Todas estas áreas están bajo la órbita del Ministerio de Transporte de la Nación.
Según datos desagregados de Jefatura de Gabinete, el Plan Belgrano tiene asignado para 2017 un presupuesto total de $309 mil millones, de los cuales casi $28 mil millones están destinados al Ministerio de Transporte. Si se consideran los niveles de ejecución por Ministerio, la cartera que dirige Guillermo Dietrich registra a febrero de este año un 5% de ejecución, el menor porcentaje de los diez ministerios que están incluidos en la iniciativa.
Esto se explica porque, según el Plan de Inversiones del Plan Belgrano informado por Transporte, más de la mitad (3.224) de las obras viales, ferroviarias y aerocomerciales ya licitadas (6.775) aún no comenzaron a ser ejecutadas. Por ejemplo, las obras relacionadas con la rehabilitación del Ferrocarril Belgrano Cargas, que representa dos tercios de los fondos del plan previstos para 2017, registraron 0% de ejecución en los dos primeros meses del año, al igual que distintas obras en varias rutas nacionales.
Los informes que presentó Jefatura al Congreso no permiten conocer cuántos de los fondos que el Plan tenía previstos para 2016 se ejecutaron efectivamente. Tampoco está esa información disponible en los sitios oficiales correspondientes.
El Estado nacional envía fondos para obra pública a las provincias por medio de las transferencias de capital y la inversión real directa, cuyos montos son decididos por el Poder Ejecutivo, además del Fondo Federal Solidario (FFS) que se distribuye por ley automáticamente. En 2016, de todo este dinero un 30% fue para las jurisdicciones del Norte, de acuerdo con los datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Al mismo tiempo, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad recibieron en 2016 un porcentaje mayor (34%), por lo que el secretario de Relaciones Internacionales de la provincia de Tucumán, Jorge Neme, ironizó que se debía hablar de un Plan Mitre, “una figura histórica innegablemente vinculada a Buenos Aires”.
Todos estos datos están disponible e incluso publicados por el sitio chequeado.com, que lejos está de defender al justicialismo.
La propia realidad muestra que en Formosa las obras realizadas con una inversión de 5 mil millones, como señala Naidenoff, están tan ocultas que no se las ve por ningún lugar.
Macri está perdiendo cada vez más el consenso popular. Sus aliados, que disputan pequeños espacios del poder nacional, se esmeran en defender lo indefendible. Sostener lo que ya no se sostiene.
No es golpismo. Es realidad. El macrismo terminará cayendo por sus propias torpezas. Lo lamentable es que nos dejará un país que nuevamente el peronismo tendrá que reconstruir, como en 2001.
Carlos Alberto Roble