Insfrán rindió homenaje a quienes hicieron posible que el secundario llegara al pueblo
Puso como ejemplo su propio caso personal que para avanzar en su formación educativa debió alejarse de su familia y su pueblo para seguir el secundario en Clorinda, señalando que el advenimiento de ese primer mojón del nivel ocurrió durante la gobernación de Alberto Montoya.
Apeló a anécdotas para relatar la evolución de todo el proceso que finalmente culminó con la creación del ciclo básico común que funcionó en dependencias municipales, la llegada de los primeros profesores y el hecho histórico que significó el egreso de la primera promoción de peritos agronomos.
Junto al Jefe de Gabinete, Antonio Ferreira, el intendente Ricardo Lemos, el ministro de Cultura y Educacion, Alberto Zorrilla, demás ministros del PE, legisladores y gran parte de la comunidad lagunense se sumo a la emotiva evocación.
Insfran aclaro que hablaba no en su condición de gobernador sino como ciudadano lagunense que venía a compartir con su pueblo tan especial fecha y exteriorizar sus sentimientos ante esta evocación donde los verdaderos homenajeados era la primera promoción de peritos agrónomos.
Mencionando a “Dorita, Morocha, Mirtha, Nélida, quienes representan a doña María Maldonado”, marcando la ausencia del “Cabezón” Antonio Acosta, al tiempo de hacer un público reconocimiento al primer director, Justo Lindor Olivera.
Expuso que lo bueno derecordar a quienes hicieron posible que Laguna Blanca tuviera un nivel secundario, desde el entonces intendente Salaberry Ramos, el padre Sixto, Mixdonio Portillo, Julio Escalante, Federico Baldús, el doctor Miguel Ireneo Ortiz, doña Yolanda, aludiendo a que este proceso de creación se produjo durante la gobernación de un campeño, el doctor Alberto Montoya.
Recordó que “Laguna Blanca vivía a los compas del vaivén político del país, donde Formosa recién comenzaba a ser provincia”, para exponer que leyendo un reciente artículo del profesor Mario Olmedo donde homenajeaba al profesor Rey Leyes y contaba cuando se había recibido de profesor de literatura y en una heladería se encontró con alguien que lo motivo venir a Formosa, a la cual tomo como su casa, le vino a la memoria gente que paso desapercibida y que hizo mucho por la educación de la provincia.
Aquí recordó a quien llamo un amigo –Lile Portillo- que señalo quería superarse en aquel entonces mas allá de ya estar dejando atrás la adolescencia para ingresar a la juventud, ya que la sobre-edad era común en una primera promoción de entonces donde las oportunidades de un secundario era escasa. Dijo que era el mejor de los cinco hermanos, a quien homenajeo dado que Dios quiso llevarlo pronto, para quien pidió un fuerte aplauso que los asistentes adhirieron fervorosamente.
Evoco que la agrotecnica tras comenzar las clases en un salón municipal luego se traslado al comercio de ramos generales que llamaban “lo de Zabala”, el que fuera el más grande de la zona, un edificio histórico, lo propio en destacar a una activa promotora de la cultura como Nilda Vergentuim, además de Lila Facia.
Menciono a varios de los profesores que vinieron cuando se decidiera la orientación del colegio en lo productivo, señalando a “Julio Caelli, Pedrozo, Enrique Saita, un ingeniero agrónomo correntino Vázquez, otro director como Alfredo Peikevich, Sosa, Vera y otros”. Aclaro que nunca fue profesor de la escuela agro técnica, sino que en forma gratuita daba clases extra-áulicas sobre inseminación artificial
Añoro al lote donde se iniciaron las prácticas de campo en lo que es actualmente una plaza, lugar al que identificaban como “La Clayton”, el que fuera primariamente propiedad de su padre y donde naciera él y su hermano Johny, que dedujo que alguna cosecha habrá ido mal y entonces la firma señalada antes se termino quedando con el predio.
Recordó Insfran que cuando el venia de Clorinda donde fue a estudiar el secundario porque aun no se había habilitado el colegio en su pueblo, el reprochaba que esto no hubiera ocurrido antes entonces no tenía necesidad de haber emigrado. “Nos juntábamos con los amigos en la casa de don Kelo Almirón, doña Lea Dagostini, donde justamente vivían no solo profesores sino alumnas de colonias cercanas que venían a Laguna Blanca a estudiar el secundario”,
Finalmente dijo con picardía que estaba seguro que “tanto Justo Lindor Olivera como Rafael Rumich, deben cantar todos los días, por tu culpa Laguna Blanca tuve mujer”, y los asistentes rieron a no más poder.
Instrumento de transformación
El ministro de Cultura y Educación, Alberto Zorrilla, expuso el valor en que “los jóvenes aceptan el estudio como un instrumento de transformación”, para subrayar que “la modalidad agro-técnica tiene muchas facetas”. Dejo en claro el concepto de que “no es cuestión de aprender a plantar o de cuidar el ganado, sino de tener un proyecto didáctico y pedagógico que ayude a construir el conocimiento para que en cualquier circunstancia y en cualquier lugar podamos saber que hacemos y así poder superar las dificultades propias de los diversos micro-climas y de esa manera seguir produciendo con calidad y eficiencia”.
Marco el sitial preponderante que el modelo formoseño le asigna a “mejorar la calidad de vida de la población promoviendo la actividad productiva con una justa retribución a los factores de producción, agregando valor en los lugares donde se obtienen o se elaboran las materias primas, para así consolidar sistemas socialmente justos, ambientalmente sostenibles y económicamente rentables”.
Así también se refirió al PAIPPA, “el cual fue evolucionando de tal manera que constituyo la identidad y orgullo del campesino”, aludiendo a que el programa hoy transformado en instituto “tiene como misión fortalecer y acompañar el desarrollo integral y sostenido del pequeño productor agropecuario y su familia, posibilitándole que alcance desde su identidad cultural el auto sostenimiento y ocupe de manera eficaz su tierra con la fuerza transformadora de su trabajo asociado con otros vecinos, para así consolidar la organización, la solidaridad, la capacitación y la participación el proceso social y productivo liberador que nace del modelo formoseño”.
Expuso que “este es el sentido de la educación, el cual tiene un aspecto técnico pero también tiene un aspecto humano. Y en base a estos dos puntos le podemos dar sentido a todo el proyecto educativo”, para subrayar concluyente que “si no nos afirmamos en estos principios nada va atajar la oleada que se viene de destrucción de la malla social como la que hemos padecido en años anteriores como los 90 y el 2000”.
Recuerdos de anfitriones
Al tiempo del reconocimientos a ex alumnos y ex docentes, Dalia Mirtha Juncos, una de las egresadas de aquella primera promoción rememoro el inicio de clases con un gran esfuerzo de 80 alumnos en el año 1966, el que expuso fue el corolario de quienes se “sacrificaron para que hubiera un colegio secundario y los chicos no debieran irse más del pueblo para seguir estudiando”.
Expuso su caso particular de la imposibilidad económica, además de que “mi padre era muy celoso” para ir a estudiar a otro lugar que si contaba con escuela secundaria. “Pero vino el intendente Rubén Salaberry Ramos para comunicarles a mis padres de que me prepararan que tendríamos colegio, y fue una enorme alegría para todos”,
Trajo del recuerdo a Margarita Medina de Portillo, el primer director Justo Lindor Olivera, a quien lo consideraban como un padre, a Rafael Rumich a quien extrañaban cuando debió dejar su función de secretario para ir al servicio militar, la profesora de historia “Cuca”, Gabino Ortiz el primer portero.
Agradeció que “un hombre sencillo como el doctor Insfran sea nuestro gobernador y garantía de que colegios como el agrotecnico se mantengan e incluso se fortalezcan estudios superiores en el campo productivo”.
El director del establecimiento, el doctor José Alfredo Kunert,
evoco que en sus inicios la escuela llevaba el número 5, y que su orientación en la formación profesional en lo agropecuario se dispuso en “función de las condiciones y necesidades de la región con una predominante población campesina y minifundistas, propendiendo a una formación que permita la transformación social, económica y cultural de esa zona”.
Refirió a que en el año 1972 se le otorgo las 805 hectáreas donde hacer las prácticas de campo, terreno donde un año después se inicio la construcción del edificio propio en el mismo lugar donde se encuentra actualmente.
Destaco que la escuela como “pionera de las ciencias agropecuarias, desde donde egresaron los primeros agrónomos generales”, para aludir a la actual matricula de 230 alumnos provenientes no solo de Laguna Blanca sino de pueblos y colonias rurales de la zona.