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Día del Indio Americano y de la Convivencia en la Diversidad Cultural

Lo que conmemoramos cada 19 de abril es que liberamos nuestra esperanza a una sola voz con nuestros hermanos originarios

El vicegobernador Floro Bogado expresó que el día del Indio Americano, celebrado todos los 19 de abril desde 1940, marca un momento para la reflexión de este proceso históricamente doloroso, por el despojo y el maltrato inhumanos al que los pueblos originarios fueron sometidos y que muchos eruditos como el prominente filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría, llamaron “códigofagia” ¿qué significa esto? Nada más y nada menos que pensar la historia sin eufemismos ni conceptos que minimizaron la fundación de América Latina. Lo que pasó realmente es que en ese proceso de colonización, la cultura o el código europeo “devoró las notas culturales de los pueblos prehispánicos; en este sentido fue de gran valor histórico las crónicas de Fray Bartolomé de las Casas para comprender el sentido siempre avieso de la violencia. El obispo domínico expresaba en ellas la consternación por las injusticias y los tormentos que los conquistadores ejercieron sobre los indios, más allá de las discusiones de rechazo o adhesión a este documento por las formas de concebir y justificar la conquista entre los mismos españoles.

“Nosotros tenemos una única manera de reivindicar nuestra historia” –subrayó Bogado-, “en primer lugar, no olvidarnos de cómo fue realmente la fundación de nuestra América e impedir que cualquier proceso de colonización irrumpa en las entrañas de nuestro continente y, en segundo lugar, reconociendo y valorando la inmensa variedad de culturas que los pueblos indígenas y afrodescendientes han aportado y aportan en la construcción de nuestra identidad”.

Destacó que “Formosa fue la única provincia argentina y del continente que asumió esa auténtica identidad multiétnica, pluricultural y plurilingüe, tras la sanción de la Ley 426 “Integral del Aborigen” que tuve el inmenso honor de promulgar en 1984, fecundada en el mismo seno originario de la Comisión de los 21, esto es, por la integración de siete miembros de cada etnia (wichí, qom y pilagá). Esta ley fue sumamente trascendente y pionera no sólo en el reconocimiento de la propiedad individual y comunitaria y en el avance del reconocimiento jurídico a las asociaciones autóctonas como asociaciones civiles, sino por el valor profundamente ancestral que significó reconocer a nuestros pueblos originarios su preexistencia, convencidos que en ese acto nos estábamos revalorizando a nosotros mismos; viéndonos por primera vez en el rostro de nuestros hermanos originarios, hechos a imagen y semejanza de Dios desde la misma entraña de la tierra americana; sacudiéndonos el polvo eurocéntrico en cuya imagen distorsionada nos mirábamos, reparando (aún lo seguimos haciendo) quinientos años de persecución y olvido”. Sostuvo que esta misma inspiración se plasmó posteriormente en la reforma de la Constitución Nacional del ´94 (Art. 75, inc. 17) y la provincial del 2003 (Art. 79)”.

Recordó que en aquel congreso indigenista, celebrado el 19 de abril de 1940 con diversos pueblos de América, se redactó un documento (denominado “documento de Patzcuaro) con el objetivo de crear un Instituto Indigenista Interamericano que dependiera de la Organización de Estados Americanos (OEA), y que tenía como objetivo destacar las situación social de los pueblos y que Argentina se había adherido a dicho documento mediante el decreto nº 7550/45 de Juan D. Perón.



Finalmente, expresó que “debemos seguir propiciando la justicia social y la convivencia pacífica entre hermanos porque nuestra bandera es la Justicia Social, nuestra aspiración: restituir al Hombre de América su raíz más pura destinada a crecer bajo un mismo cielo en una Patria Grande de Hermanos en la Civilización del Amor”.-