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"La memoria suscita en el corazón del hombre una exigencia incoercible de verdad, justicia y paz”

“Los pueblos libres son los que tienen como baluarte esencial los principios de verdad y de justicia, ellos deben abrigar nuestra memoria colectiva como un sueño profundo de la historia y de la vida” expresó Floro Bogado al conmemorarse 40 años de que la Junta de Comandantes en Jefe de las tres fuerzas armadas: Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Massera (la Armada) y Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea), derrocaran el orden democrático y constitucional presidido por Estela Martínez de Perón el 24 de marzo de 1976. Fue la ascensión de la última, y la más nefasta dictadura militar que abriera el proceso más oscuro del siglo pasado en la vida política, económica, social y cultural de la nación, a través del denominado Proceso de Reorganización Nacional, un proceso vil e irracional que persiguió, asesinó e hizo desaparecer a más de treinta mil personas, víctimas que cada argentino llevará como cicatriz perpetua en el alma de la patria”, consideró el vicegobernador.

Recordó asimismo que “la dictadura erradicó entre estas víctimas a una dirigencia intermedia, trabajadora, estudiantil, religiosa y política, a compatriotas intelectuales con pensamiento nacional y popular. Según el informe de la CONADEP creada en 1983, de los treinta mil desaparecidos, sólo dos mil quinientos eran miembros de la guerrilla subversiva; además del exterminio cultural, se han quemados miles de libros considerados subversivos, comunistas o peronistas.

Indicó también que “no podemos olvidar que esta dictadura cívico-militar guió al país a la Guerra de Malvinas y aumentó la deuda externa escandalosamente respondiendo a intereses imperialistas, enmarcadas también en esa organización terrorista internacional denominada “Plan Cóndor” con el guiño de EE.UU.

“Sostengo como siempre lo he dicho, que la violencia siempre será una derrota de la razón humana, la salvación por la espada no es salvación, como dijera S.S Juan XXIII, es sólo agonía y sobre el cuerpo del vencido yace el del vencedor”, por lo tanto, es imperativo que se interpele a los hombres de buena voluntad, a los pacificadores y hombres de bien a realizar acciones concretas de solidaridad y de humanidad, fuera de toda opresión que ofenden la dignidad de las personas y ponen en riesgo la vida. En este sentido resaltó el gesto heroico de nuestro papa Francisco, al anunciar que el Vaticano también desclasificará sus archivos sobre la dictadura, como también lo anunció, con un gesto similar, Barak Obama, a través de una alta funcionaria, quien dijera que “Estados Unidos iniciará la desclasificación de documentos militares y de inteligencia sobre su rol durante la última dictadura en Argentina”.



Es nuestro deber seguir bregando por la continuidad de otro proceso que se abrió, el de la toma revolucionaria de conciencia colectiva que se plasmó en el proyecto soñado por nuestros libertadores, al que le dio continuidad el conductor de nuestro Movimiento, Juan D. Perón: nacional, popular, social, profundamente humanista y profundamente cristiano, para que los hechos fratricidas de ayer no vuelvan nunca más. “Este es el llamamiento más solemne que podemos hacer como seres humanos, es un llamamiento a huir de la ignorancia y de la miseria espiritual para buscar denodadamente la elevación humana de los pueblos, donde cada persona se realice libremente en una comunidad organizada, verdadera Patria de Hermanos en la civilización del Amor. Abrigados en la memoria colectiva y suscitando en el corazón del hombre una exigencia incoercible de dignidad, de paz, de verdad, de justicia y de amor concluyó Bogado.