Autoridades y personal de Salud comparten misa pre-navideña
Como cada año, personal y autoridades del ministerio de Desarrollo Humano provincial a cargo del ministro José Luis Décima, propician la oportunidad de recordar al niñito Jesús, en su ambiente laboral e implorar las bendiciones para el nuevo año, es por eso que todo este grupo de personas dedicadas recientemente participó de una misa, cuya celebración caló hondo en sus corazones y creó un ambiente emotivo y festivo por la cercanía de la Navidad.
El oficio religioso tuvo lugar en horas de la mañana del último viernes en el hall de acceso del edificio que la institución sanitaria posee en calle Santa Fe al 1235.
“Estamos transitando prácticamente el final de la tercera semana del adviento para introducirnos en la cuarta semana y es este tiempo que la iglesia nos invita a poder disponernos espiritualmente para celebrar el misterio de la Navidad, el misterio del nacimiento del hijo de Dios”, señaló el sacerdote Néstor Dos Santos de la Parroquia “San Luis Rey” de esta capital.
Festejar la Navidad
En su homilía, el padre indicó que “lamentablemente el consumismo nos invita muchas veces a preparar la Navidad de un modo inadecuado. En este tiempo parecería que la navidad no es Navidad si no hay regalos, si no estrenamos ropa nueva, si no comemos hasta reventar, si no bebemos hasta perder el conocimiento”.
“Es bueno y es lindo festejar –aseguró–, ¡cómo no vamos a festejar que Dios descendió a nuestra humanidad para salvarnos! Pero el festejo no tiene que ser el centro. Muchas veces sucede que festejamos inadecuadamente la Navidad olvidándonos de Jesús, haciéndolo a un lado”.
“Entonces, el adviento es un tiempo para prepararnos espiritualmente para recibir la Navidad. El misterio de la Navidad es celebrar que Dios viene a nosotros, a nuestro encuentro, por eso cada uno de nosotros tiene que pensar ¿cómo estoy para recibir a Dios que viene a mi encuentro? ¿Qué tengo en el corazón que tendría que cambiar para que Jesús pueda venir y encontrarse con un lugar lindo, limpio?”, propuso.
Y recordó que “si en mi corazón hay broncas, odio, enojos, envidia, egoísmo, no podemos recibir a Dios que viene. Tengo que sacar esas cosas malas de adentro. El adviento es precisamente este tiempo para prepararnos y pensar que tengo que sacar para que Jesús pueda entrar en mi corazón. La iglesia nos propone el sacramento del perdón para que puedas sacarte todo lo malo que llevas dentro, en tu corazón y celebrar con alegría este misterio de la navidad”.
El oficio religioso tuvo lugar en horas de la mañana del último viernes en el hall de acceso del edificio que la institución sanitaria posee en calle Santa Fe al 1235.
“Estamos transitando prácticamente el final de la tercera semana del adviento para introducirnos en la cuarta semana y es este tiempo que la iglesia nos invita a poder disponernos espiritualmente para celebrar el misterio de la Navidad, el misterio del nacimiento del hijo de Dios”, señaló el sacerdote Néstor Dos Santos de la Parroquia “San Luis Rey” de esta capital.
Festejar la Navidad
En su homilía, el padre indicó que “lamentablemente el consumismo nos invita muchas veces a preparar la Navidad de un modo inadecuado. En este tiempo parecería que la navidad no es Navidad si no hay regalos, si no estrenamos ropa nueva, si no comemos hasta reventar, si no bebemos hasta perder el conocimiento”.
“Es bueno y es lindo festejar –aseguró–, ¡cómo no vamos a festejar que Dios descendió a nuestra humanidad para salvarnos! Pero el festejo no tiene que ser el centro. Muchas veces sucede que festejamos inadecuadamente la Navidad olvidándonos de Jesús, haciéndolo a un lado”.
“Entonces, el adviento es un tiempo para prepararnos espiritualmente para recibir la Navidad. El misterio de la Navidad es celebrar que Dios viene a nosotros, a nuestro encuentro, por eso cada uno de nosotros tiene que pensar ¿cómo estoy para recibir a Dios que viene a mi encuentro? ¿Qué tengo en el corazón que tendría que cambiar para que Jesús pueda venir y encontrarse con un lugar lindo, limpio?”, propuso.
Y recordó que “si en mi corazón hay broncas, odio, enojos, envidia, egoísmo, no podemos recibir a Dios que viene. Tengo que sacar esas cosas malas de adentro. El adviento es precisamente este tiempo para prepararnos y pensar que tengo que sacar para que Jesús pueda entrar en mi corazón. La iglesia nos propone el sacramento del perdón para que puedas sacarte todo lo malo que llevas dentro, en tu corazón y celebrar con alegría este misterio de la navidad”.