UNa mirada que sana: El Taller de Fotografía Contemplativa visitó Guaycolec
Integrantes del Taller de Fotografía Contemplativa de la Asociación Italiana realizaron una visita educativa y vivencial a la Reserva de Fauna Guaycolec, ubicada a unos 30 kilómetros de la Capital. La actividad se desarrolló en el marco de las salidas prácticas del taller, que promueve una mirada profunda, sensible y consciente sobre el entorno.
La jornada fue guiada por el médico veterinario Ariel Mouchard, quien acompañó a los participantes por distintos sectores de la Reserva, explicando el trabajo que allí realizan los profesionales del Ministerio de la Producción y Ambiente de la provincia. Durante el recorrido, los talleristas pudieron observar de cerca diversas especies protegidas por leyes nacionales y provinciales, entre ellas ciervos de los pantanos, tapires, felinos, tortugas, aves, y otras que se encuentran en proceso de rehabilitación y preparación para su futura liberación en sus hábitats naturales.
Mouchard también compartió detalles sobre importantes investigaciones que se desarrollan en el lugar, como el exitoso proyecto de cría y liberación de Guacamayos Colorados —especie emblemática que ya ha sido reintroducida en el Parque Iberá— y los estudios sobre abejas nativas sin aguijón, entre otras iniciativas orientadas a la conservación y recuperación de la biodiversidad.
Los participantes del taller expresaron su admiración por la labor comprometida y silenciosa que se realiza diariamente en la Reserva, destacando la dedicación del equipo técnico y el valor de este espacio natural como aula a cielo abierto.
“Para nosotros, esta experiencia tuvo el plus de respirar y tomar contacto con la naturaleza, de poder admirarla, aprender a cuidarla, sentir su energía y, en ese silencio, reconectar con nosotros mismos”, reflexionó George Hamilton Pérez, referente del taller y promotor de la Fotografía Contemplativa en Formosa.
La actividad se enmarca dentro de la propuesta pedagógica que combina el arte de la fotografía con el desarrollo personal, el cuidado del ambiente y una actitud contemplativa ante la vida. La salida fomenta una nueva forma de ver, sentir y valorar el mundo que habitamos.