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UNaF: Desperdicio de millonario presupuesto y escasa matrícula ¿Cómo administra la gestión de Parmetler el presupuesto anual enviado por Nación?


En una preocupante situación que pone en evidencia la gestión del rector Parmetler en la Universidad Nacional de Formosa (UNaF), se revela un manejo cuestionable de los millonarios fondos asignados por el Gobierno Nacional. A pesar de recibir un presupuesto anual de $4.560.383.751 (pesos argentinos), la institución enfrenta graves deficiencias en sus servicios básicos y remuneraciones de su personal docente y no-docente.

Una de las mayores irregularidades que salen a la luz es el estado deplorable en el que se encuentran las instalaciones de la universidad. El comedor se encuentra sin funcionar y los baños presentan condiciones precarias, dejando en evidencia la falta de inversión en infraestructura. Mientras tanto, el rector Parmetler y su círculo más cercano parecen hacer oídos sordos a estas necesidades prioritarias.

Pero lo más alarmante es la gestión anticonstitucional del presupuesto asignado. A pesar de contar con una suma millonaria, se constata la falta de transparencia y el presunto desvío de fondos hacia fines no adecuados. Es necesario destacar que estas prácticas cuestionables ocurren bajo la administración de Parmetler, quien ha sido señalado en numerosas ocasiones por su presunta participación en elecciones estudiantiles fraudulentas en la universidad.

En este contexto, resulta imperativo resaltar la figura de Alberto Barboza, secretario general académico de la UNaF, quien se ha convertido en un aliado cercano de Parmetler.

Barboza, encargado de diseñar el listado de docentes, encabeza la lista de beneficiarios de los pases a la condición de "concursados" sin haberse realizado los concursos correspondientes. Esta situación sin precedentes en las universidades nacionales argentinas revela una clara muestra de favoritismo y nepotismo, ya que los cargos son ocupados por parientes y allegados al rector, como es el caso de Rafael Olmedo y Emilio Gripaldi.

A pesar de la abundancia de recursos económicos, la UNaF ha experimentado una disminución exponencial de su matrícula. Según datos proporcionados por la propia conducción durante las últimas elecciones, la cantidad de estudiantes inscritos no supera los 1500. Esta alarmante realidad evidencia que la universidad se encuentra lejos de cumplir con su objetivo de desarrollo territorial y movilidad social ascendente.

Ante esta situación, la comunidad universitaria y la sociedad en general demandan transparencia, rendición de cuentas y una gestión responsable de los recursos asignados. Es necesario que se investigue a fondo la administración del presupuesto de la UNaF y se tomen medidas concretas para garantizar que los fondos públicos sean utilizados de manera eficiente y en beneficio de toda la comunidad educativa. Solo así se podrá restablecer la confianza y el verdadero propósito de una universidad al servicio del conocimiento y el desarrollo integral de sus estudiantes.