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Prosigue sin pausa el entrenamiento para la atención de posibles pacientes COVID

Tal como se viene llevando a cabo, desde principios de la pandemia y el establecimiento de la emergencia nacional a consecuencia del COVID-19, el Gobierno de Formosa, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, capacita de manera permanente a los equipos de salud para optimizar la atención de las personas que puedan sufrir esta enfermedad.

De esta manera, profesionales sanitarios de hospitales y centros de salud reciben capacitaciones que profundizan el adiestramiento para la captación, atención, tratamiento y seguimiento de los pacientes que puedan presentarse, tanto sospechosos como positivos.

En este sentido, el hospital distrital de Las Lomitas llevó adelante una nueva jornada formativa para entrenar a médicos y enfermeros, sobre Reanimación Cardiopulmonar Neonatal Básica y Avanzada (RCP) en tiempos de COVID-19. Incluyó, también, medidas a tomar en embarazadas y madres diagnosticadas como positivas o sospechosas.

El director asociado del nosocomio lomitense, Dr. Javier Trachta, comentó al respecto que, en esta oportunidad, el personal de salud, especialmente médicos y enfermeros, fueron adiestrados en “la recepción de recién nacidos con madres positivas o sospechosas de COVID-19”.

Valoró a la jornada como “muy importante” para el adecuado manejo de estos pacientes, su cuidado, aislamiento y uso de equipos de protección personal de los profesionales. “Favorece la preparación del equipo de salud para continuar mejorando la atención en situaciones críticas y así poder dar una mejor respuesta a la comunidad”, sostuvo.

La capacitación se dividió en segmentos teóricos – prácticos, donde entre otros puntos, fue desarrollada “con simulacros a modo de taller” la técnica de RCP, explicando “cada uno de los pasos que deben implementarse para la reanimación, en caso de que los bebés se encuentren en una situación de riesgo de vida”.

“En este caso, acentuamos sobre la aplicación de las técnicas de RCP en recién nacidos -hasta el mes de vida-, que sean hijos de madres sospechosas o positivas y que, a su vez, ellos puedan ser sospechosos o positivos de COVID-19 y como consecuencia, puedan presentar un paro cardiorespiratorio”, explicó Trachta.

Si bien, a nivel mundial, las estadísticas indican que la afección en su forma grave es menos frecuente en los niños “es fundamental que el equipo de salud esté lo mejor preparado posible, para hacer frente a este tipo de cuadros y dar al paciente una óptima atención”, añadió.

Asimismo, fueron repasados los protocolos de atención en este tipo de casos, y el uso correcto de los elementos de protección personal: guantes, barbijos, gafas, camisolines, máscaras y otros, teniendo en cuenta que dicha maniobra “requiere el contacto estrecho con el paciente”.

Finalmente, fueron recorridos los circuitos de atención, desde el ingreso, pasillos, salas de aislamiento - en la que deben permanecer los pacientes hasta tanto se confirme o descarte la enfermedad- y para la posterior internación, más los puntos de egreso, contemplando también los traslados hacia centros de mayor complejidad de cuidados.