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El Gobierno Nacional deberá aumentar planes y ayudas sociales por recesión

Después de que anunciara la convocatoria del “mejor equipo económico de los últimos 50 años”, con tres años de gestión, el presidente Mauricio Macri se verá obligado a incrementar planes sociales, pensiones, comedores y todo tipo de políticas de asistencia social focalizada para contener el descontento social, el hambre y la miseria.
En un mundo que esta cambiando vertiginosamente, con el contexto de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos de Norteamérica, con un fuerte resurgir de los nacionalismos y un declive de la Globalización, la esperanza del Gobierno Nacional en un auge exportador parece cada vez mas irreal. El sector rural, que es el que esta mas en condiciones de competir en el mercado internacional, es harto sabido que no es un gran generador de mano de obra, cosa mas que evidente en la cosecha de algodón, que antes la realizaban miles de braceros norteños y que ahora la efectúan cosechadoras mecánicas.

Al incrementarse los precios de los servicios públicos, la espiral inflacionaria y los salarios a la baja, grandes sectores de la población dejaron de comprar muchos productos. Esta caída del consumo, sumada a las altas tasas de interés bancario, que hacen prohibitiva toda toma de crédito para financiarse; y la fuerte devaluación del peso argentino frente al dólar, sin políticas de contención para las pymes, muchas de ellas quebraron. Incluso firmas mayores. Solo si tomamos este año, sin contar las plantas fabriles que bajaron sus persianas en 2016 y 2017, en enero la empresa láctea Ilolay cerró su fabrica de la localidad de Suardi, provincia de Santa Fe, con 70 trabajadores despedidos. Al mes siguiente, más de 700 trabajadores quedaron desempleados luego de que el Ingenio San Isidro, ubicado en la localidad salteña de Campo Santo, decidiera el cierre de operaciones. En marzo la fábrica de llantas de acero Cirubon Wheels (ex Mefro Wheels) de Santa Fe, cerró de forma intempestiva con 80 trabajadores quedando en la calle. Para agosto, la unidad productiva de ADIDAS de Esteban Echeverría, en la provincia de Buenos Aires, finalizó su producción, generando 50 despidos. Y solo son algunas de las tantas firmas que cerraron alguna o su única planta.

¿De que vivirá toda esa gente y sus familias? ¿Las personas que vivían de la actividad de esos operarios, otrora orgullos obreros fabriles especializados y con salarios que les permitían pagar el salario de, por ejemplo, una empleada doméstica?

En este contexto, la provincia de Formosa, con escasa actividad industrial, es una de las menos perjudicadas, puesto que es incipiente y no es tan relevante si la comparamos con el sector público. lo que en tiempos de expansión económica y de alto consumo como en los años del kirchnerismo pudo ser una desventaja, hoy mas bien es una fortaleza, puesto que si se pierden puestos de trabajo de actividad manufacturera, no mueve el termómetro de la economía y las finanzas formoseñas, lo que permite al gobierno de Gildo Insfrán tener una situación mucho mas controlada y de paz social (por lo tanto de seguridad) que gobernantes del centro del país, con cada vez mas abundante “mano de obra bruta excedente”, o sea madres y padres sin empleo y sin posibilidades de brindar lo mas elemental a sus hijos.

Esta mas que claro que será una cuestión de supervivencia para el Gobierno Nacional, un paño de agua fría para la alta fiebre social, la implementación de una batería de ayuda social, “de choriplanes” de contención de estallidos sociales latentes cuando cada vez mas gente esta parada en el portón, escuchando y olisqueando la fiesta del consumo en la que ya no están invitados.

Pedro Agustín Torres Díez

DNI: 27.205.401