Ultimas Noticias

Los Enemigos del Pueblo

En un sistema de democracia plena, la libertad de pensamiento es reconocida como la madre de todas las libertades, un derecho inalienable que garantiza la igualdad de los seres humanos, junto con la obligación ciudadana de defender el derecho de los demás a expresarlo, aunque no estemos de acuerdo con ello ni responda a la veracidad de los hechos. Así funciona la gobernabilidad política en una vida democrática, como caracteriza el desenvolvimiento de los formoseños, amantes de la libertad, el respeto y la Paz Social.


La democracia demanda responsabilidad, con aceptación de principios que hacen al destino de un sistema institucional fundado en la libertad, en el respeto por la justicia, en el compromiso con los derechos políticos y en la independencia de la división de poderes.


Ese es el andamiaje de la vida jurídica en un estado de derecho, con autoridades legítimas constituidas, pueblos respetuosos del funcionamiento libre de sus instituciones y poderes sin facultades para intervenir en las decisiones de sus pares, llámese Ejecutivo, Legislativo o Judicial.


Permítome esta introducción para comentar, una vez más, lo que todos sabemos por ser una realidad palpable que solamente los intereses mezquinos de algunos opositores retrógrados todavía se niegan a aceptar, para lo cual apelan a cualquier descalificación, críticas malévolas e infundadas, sin tener en cuenta que es imposible tapar el cielo con las manos, que la verdad es una sola, únicamente quien camina está expuesto a tropezar y quien emprende, a ser criticado.


 La Provincia no solo afronta recortes económicos y la neutralización de distintas obras estratégicas para el desarrollo de nuestro terruño, sino también una cadena de difamaciones; parte de una estrategia que se ha venido observando hace tiempo, con un objetivo: crear desprestigio, imponer ante la opinión pública una imagen negativa y de descontento social contra el Gobierno de La Provincia de Formosa.


En este contexto es absurdo, doloroso e inentendible ver como el "compañero" Mirko Garrido se transforma en enemigo del Pueblo y es utilizado para llevar adelante estos ataques maliciosos hacia funcionarios y Ministros, donde no se salva ni el propio Gobernador.  Esta mención, vale también para otros que son utilizados como instrumentos de la ambición que solo miran su metro cuadrado en vez de mirar el contexto político completo que afecta los intereses de todos los Formoseños.

En efecto la inmensa mayoría de los habitantes de nuestra provincia tienen la clara conciencia de que vivimos una época de transformación en el campo social, económico, cultural y hasta moral, por haber aceptado el desafío hace mucho tiempo de introducirnos en un nuevo modelo de provincia, que viene cambiando radicalmente nuestra historia, la tradicional fisonomía de quietud de los formoseños, con un vigor nuevo cargado de fe y esperanza por estar ante el despertar de un futuro mejor que ya comenzamos a palpar, como engendro de una acertada estrategia de planificación y realizaciones bajo la conducción de un gobierno consiente de que las palabras abruman, pero la obras avasallan. Dentro de ese proceso de transformación, es necesario no olvidar que estamos en presencia de un sistema, si se quiere revolucionario, de reconversión productiva, con políticas de desarrollo integral.


Las dolorosas enseñanzas del pasado valen para no repetir los errores, evitar las luchas estériles entre hermanos, porque la fractura de la fraternidad siempre ha servido sólo a intereses foráneos y si bien hay que mirar para adelante para seguir construyendo, también tenemos que tener fresca la memoria para que nunca más haya lugar para nefastas experiencias tiránicas en el país.


Y para reafirmar el viejo apotegma peronista que muchos obviamente ya olvidaron, se los vuelvo recordar : "Que todos sean artífices del destino común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie”; y "El que lucha contra un compañero es que se a pasado al bando contrario". Eso Lo hemos Observado todos, no hay peronista que no haya observado este tipo de conducta, siempre sospechoso, pero más que nada negativo para el trabajo de conjunto que debemos relizar.

Cuando nosotros decimos que para un peronista no debe haber nada mejor que otro peronista, estamos levantando la bandera de la solidaridad dentro de nuestras fuerzas. Esa es la conciencia colectiva y social por la que nosotros luchamos.

Sería bueno que por estos tiempos donde predominan los intereses foráneos, los compañeros perdidos vuelvan a leer a Juan Domingo Perón, y no se olviden que como dice nuestro Conductor, Gildo Insfran, ‘'Los trapos sucios se lavan en casa''.


Evelio M Rios