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Salutación por el día del Periodista

En este día muy especial en que se festeja el día del Periodista, desde la Pastoral Diocesana de la Comunicación, queremos hacerle llegar un fraternal saludo a todos los hombres y mujeres que ejercen esta abnegada profesión. La Iglesia Católica, Madre y Maestra, sabe y reconoce el importante rol, que en estos tiempos, desempeñan cada uno de ustedes en el cotidiano quehacer de mantener informada a la sociedad.



Quienes han elegido la profesión de ser Periodista se convierten entonces, en actores clave en virtud del rol que se les ha legado, de mantener informado a la sociedad, y la potestad en nombre de los ciudadanos para la denuncia, el acceso a la información pública entre otras acciones puntuales que le permiten al ciudadano, enterarse del quehacer de los poderes del Estado, sus entidades y funcionarios, para transmitírselos a ellos de la manera más objetiva posible.



En virtud de ello queremos compartir con todos ustedes el reciente mensaje de su Santidad el Papa Francisco por la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que nos ayuda a redescubrir que en el centro de la comunicación hay, sobre todo, una profunda dimensión humana y, al mismo tiempo, que la comunicación no es sólo una tecnología actual o avanzada, sino una profunda relación interpersonal.



Al respecto, Su Santidad nos dice: "Una buena comunicación puede abrir un espacio para el diálogo, para la comprensión recíproca y la reconciliación, permitiendo de ese modo que florezcan encuentros humanos fecundos".



El papa Francisco hace mención a una idea que es de vital importancia en todo acto comunicativo, la escucha, algo que en nuestro tiempo es o pareciera ser muy difícil; al respecto expresa: “La escucha nos permite asumir la actitud justa, dejando atrás la tranquila condición de espectadores, usuarios, consumidores. Escuchar significa también ser capaces de compartir preguntas y dudas, de recorrer un camino al lado del otro, de liberarse de cualquier presunción de omnipotencia y de poner humildemente las propias capacidades y los propios dones al servicio del bien común”.



El Obispo de Roma, amplía su mensaje y dirigiéndose a quienes ejercen la política y la diplomacia en su lenguaje: “… hago un llamamiento sobre todo a cuantos tienen responsabilidades institucionales, políticas y de formar la opinión pública, a que estén siempre atentos al modo de expresarse cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta, o a quienes han cometido errores”. Agrega luego: “Es fácil ceder a la tentación de aprovechar estas situaciones y alimentar de ese modo las llamas de la desconfianza, del miedo, del odio. Se necesita, sin embargo, valentía para orientar a las personas hacia procesos de reconciliación. Y es precisamente esa audacia positiva y creativa la que ofrece verdaderas soluciones a antiguos conflictos así como la oportunidad de realizar una paz duradera”.



En el Año Santo de la Misericordia, vaya hacia cada uno de ustedes los deseos de un Feliz Día.



ALBINO VERA

Comunicador Social

Oficina de Prensa - Obispado de Formosa