“La mujer es la fuente insustituible de vida, belleza y de impulso social para las civilizaciones”
El vicegobernador Floro Bogado, evocó el Día Internacional de la Mujer expresando que ella es “la fuente insustituible de vida, belleza y de impulso social para las civilizaciones, porque una mujer comprometida con las nuevas y viejas problemáticas de la realidad, es capaz de enriquecer la comprensión del mundo, sensibilizando los procesos de humanización para transitar el camino hacia la “Civilización del Amor”.
Recordó que este día, se fijó en homenaje a más de un centenar de obreras que hace exactamente 108 años morían calcinadas en una fábrica neoyorkina por reclamar mejores condiciones laborales. Desde entonces fue alcanzando y conquistando, con estricta justicia, sus derechos fundamentales, especialmente en los últimos cincuenta años en defensa inclaudicable de la dignidad de su condición femenina; no sin enfrentar una moral anacrónica y contradictoria que fue cayendo por su propio peso pero también gracias a los corazones nobles que fueron iluminados para recoger de sus propios senos los frutos de la vida.
Expresó que “muchos son los ejemplos cabales de mujeres extraordinarias que la historia nos alecciona, cuenta Jenofonte (en la República de los Lacedemonios) que Licurgo, el eximio legislador espartano creía que la más alta función de las mujeres era la de tener hijos, pero insistió en que ellas debían entrenarse como los hombres en demostraciones de fuerza y competiciones de carreras para conquistar el mejor estilo de vida, que es el democrático. Su idea era que si los dos padres eran fuertes, su descendencia sería necesariamente más vigorosa, y es así que la mujer espartana recibía los mismos valores y educación cívica que el hombre para educar hijos con valor heroico y amor a la patria. También, destacó que la historia argentina registra muchísimas mujeres patriotas que lucharon por la independencia, Manuel Belgrano cuando triunfó en Salta, venciendo a las tropas realistas (1813) fue ayudado por hábiles mujeres como Juana Moro y Martina Silva de Gurruchaga. Pero yo quiero destacar y exaltar a la mujer de hoy –enfatizó-, a la contemporánea, a las formoseñas, a las que de sol a sol se esfuerzan con la hombría de un ejército, batallando en un mundo cada vez más exigente y despiadado para proveer a su familia, sin perder una sola batalla, cooperando con su esposo en la educación de sus hijos, sin descuidar ningún detalle, sin descuidar ningún rol, llena de prodigios y de virtudes que enaltecen su hogar, su profesión y nuestra rica cultura.
Reconoció que “aunque todavía hoy soportan resabios de prácticas sociales de violencia sexista y estereotipos obsoletos y repudiables, ellas mismas, con su admirable fuerza natural, capaz de conciliar razón y sentimiento, son portadoras de la esperanza, del amor fraterno y de la solidaridad, trabajando incansablemente, para alcanzar ese destino común que garantice la inclusión y la justicia social, concluyó Bogado.-
Recordó que este día, se fijó en homenaje a más de un centenar de obreras que hace exactamente 108 años morían calcinadas en una fábrica neoyorkina por reclamar mejores condiciones laborales. Desde entonces fue alcanzando y conquistando, con estricta justicia, sus derechos fundamentales, especialmente en los últimos cincuenta años en defensa inclaudicable de la dignidad de su condición femenina; no sin enfrentar una moral anacrónica y contradictoria que fue cayendo por su propio peso pero también gracias a los corazones nobles que fueron iluminados para recoger de sus propios senos los frutos de la vida.
Expresó que “muchos son los ejemplos cabales de mujeres extraordinarias que la historia nos alecciona, cuenta Jenofonte (en la República de los Lacedemonios) que Licurgo, el eximio legislador espartano creía que la más alta función de las mujeres era la de tener hijos, pero insistió en que ellas debían entrenarse como los hombres en demostraciones de fuerza y competiciones de carreras para conquistar el mejor estilo de vida, que es el democrático. Su idea era que si los dos padres eran fuertes, su descendencia sería necesariamente más vigorosa, y es así que la mujer espartana recibía los mismos valores y educación cívica que el hombre para educar hijos con valor heroico y amor a la patria. También, destacó que la historia argentina registra muchísimas mujeres patriotas que lucharon por la independencia, Manuel Belgrano cuando triunfó en Salta, venciendo a las tropas realistas (1813) fue ayudado por hábiles mujeres como Juana Moro y Martina Silva de Gurruchaga. Pero yo quiero destacar y exaltar a la mujer de hoy –enfatizó-, a la contemporánea, a las formoseñas, a las que de sol a sol se esfuerzan con la hombría de un ejército, batallando en un mundo cada vez más exigente y despiadado para proveer a su familia, sin perder una sola batalla, cooperando con su esposo en la educación de sus hijos, sin descuidar ningún detalle, sin descuidar ningún rol, llena de prodigios y de virtudes que enaltecen su hogar, su profesión y nuestra rica cultura.
Reconoció que “aunque todavía hoy soportan resabios de prácticas sociales de violencia sexista y estereotipos obsoletos y repudiables, ellas mismas, con su admirable fuerza natural, capaz de conciliar razón y sentimiento, son portadoras de la esperanza, del amor fraterno y de la solidaridad, trabajando incansablemente, para alcanzar ese destino común que garantice la inclusión y la justicia social, concluyó Bogado.-