La edad y discapacidad no mermo las ganas de votar
Quien dijo no estar obligados a votar, sobre todo de los mayores de 70 años- al estar exceptuados por el Código Electoral Nacional-, desanimo a los que peinan canas para ir a votar. En absoluto, tanto estos como también gente con algún tipo de discapacidad temporal o permanente, acudieron con mucho entusiasmo a emitir su sufragio, y lo hicieron desde hora temprana.
Muchos de ellos señalaron que estar tantos años sin poder elegir democráticamente y ahora que sea algo continuando durante 32 años, los alienta a no faltar en cada convocatoria democrática, “aun con todos los achaques encima”, comento un radiante Ubaldo.
La presencia de abuelos y abuelas, como también de discapacitados se aprecio en prácticamente todos los centros de votación, quienes de manera coincidente exteriorizaron satisfacción de ser participes de esta “jornada cÃvica cÃvica”. Algunos exhibiendo con orgullo sus viejas y con evidentes signos del deterioro producido por más de siete u ocho décadas de deambular entre carteras, bolsillos, los cajones de la cómoda y algún monedero, la vieja Libreta CÃvica, la cual pese a todo, mostraba su resistencia, al igual que su titular sobreviviente de mil batallas.
Incluso advertÃan que “aunque todo se esté modernizando ahora con las computadoras y el Internet, yo mantengo mi libreta, es mi tesoro que siempre cuide y conservo”,
Varios de estos ancianos exhibÃan verdaderos tesoros, es que sus Libretas CÃvicas exhiben sellos de procesos comiciales de la década del 50, por lo que no faltaron los nostálgicos recuerdos al general Juan Domingo Perón, a Evita,
Arturo Illia, y otros grandes próceres de la polÃtica argentina.
También estuvieron quienes transitan por alguna dolencia temporal al haber sufrido algún accidente, y con sillas de ruedas o muleta, acudieron a la cita eleccionaria, y en determinados casos ante escalinatas pronunciadas de accesos, debieron ser ayudados o ayudadas por personal del Ejercito o simples ciudadanos.
Muchos de ellos señalaron que estar tantos años sin poder elegir democráticamente y ahora que sea algo continuando durante 32 años, los alienta a no faltar en cada convocatoria democrática, “aun con todos los achaques encima”, comento un radiante Ubaldo.
La presencia de abuelos y abuelas, como también de discapacitados se aprecio en prácticamente todos los centros de votación, quienes de manera coincidente exteriorizaron satisfacción de ser participes de esta “jornada cÃvica cÃvica”. Algunos exhibiendo con orgullo sus viejas y con evidentes signos del deterioro producido por más de siete u ocho décadas de deambular entre carteras, bolsillos, los cajones de la cómoda y algún monedero, la vieja Libreta CÃvica, la cual pese a todo, mostraba su resistencia, al igual que su titular sobreviviente de mil batallas.
Incluso advertÃan que “aunque todo se esté modernizando ahora con las computadoras y el Internet, yo mantengo mi libreta, es mi tesoro que siempre cuide y conservo”,
Varios de estos ancianos exhibÃan verdaderos tesoros, es que sus Libretas CÃvicas exhiben sellos de procesos comiciales de la década del 50, por lo que no faltaron los nostálgicos recuerdos al general Juan Domingo Perón, a Evita,
Arturo Illia, y otros grandes próceres de la polÃtica argentina.
También estuvieron quienes transitan por alguna dolencia temporal al haber sufrido algún accidente, y con sillas de ruedas o muleta, acudieron a la cita eleccionaria, y en determinados casos ante escalinatas pronunciadas de accesos, debieron ser ayudados o ayudadas por personal del Ejercito o simples ciudadanos.