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Médicos de la Madre y el Niño salvan la vida de una beba recién nacida

Deborah, una mujer de 29 años oriunda de Misión Laishí, se encuentra internada en el hospital de la Madre y el Niño de esta capital luego de que le practicaran una cesárea en una clínica privada y se complicara su estado de salud. Reconoció la labor de los profesionales que trabajan en el nosocomio materno-infantil de referencia provincial.

“Con los problemas de salud que se me estaban presentando, me dieron la oportunidad de venir a internarme acá . Como tengo obra social, en un primer momento quise tener a mi bebé en la clínica privada y así fue”, contó la madre que permanece en el efector público debido a que requirió atención especializada.

En una entrevista afirmó que “cuando se complicó mi salud, mi familia buscó otras opciones para derivarme y nos dijeron que en este hospital están los mejores profesionales para el problema de salud que yo tenía. Así que iniciamos los trámites y me internaron acá”.

Sobre la atención recibida en el efector público, dijo que “desde el ingreso me pusieron los medicamentos y recibí las atenciones, ya que era delicada mi salud y gracias a Dios hoy después de varios días de tratamiento y mucho cariño del plantel médico y de enfermería, estoy recuperándome y agradecida de por vida”.

“Me salvaron la vida –aseguró– y le devolvieron a mi bebé de 21 días la posibilidad de conocer y crecer junto a su madre. Eso no se puede valorar y es realmente impagable, por eso estoy muy agradecida”.

En la misma línea, confesó que “el hecho de derivarme a este hospital me permitió algo muy lindo a pesar de mi estado, es que puedo amamantar a mi hijo, darle el pecho cada tres horas, lo cual donde estaba internada antes no me lo permitían”.

“A mi bebé ahora lo cuidan mi marido y mi familia; no lo tengo conmigo por las circunstancias. Además, al llegar los médicos de acá lo examinaron completamente y él está muy sanito, contento y subiendo de peso cada día”, añadió.

Acerca de cómo evolucionará su caso, contó que “ya me pasaron a Sala común después de cinco días que pasé internada en terapia intensiva. Estamos felices verdaderamente, disfrutando de mi recuperación y deseando ya poder irnos a casa con nuestros seres queridos”.

Agradecimiento



Como conceptos finales, la madre dijo no tener “más que palabras de agradecimiento para toda la gente que me atendió en este hospital de la Madre y el Niño. Quiero destacar las instalaciones que hay y, sobre todo, alentar a los encargados a que sigan en esta senda que nos hace bien a los pacientes”.



Y remarcó que “en todo lo concerniente a la salud en la provincia, se debe seguir trabajando con el esfuerzo y la calidad humana con la que se atiende a los pacientes. Eso se nota y se agradece luego de cada momento en que una persona tiene que ser recibida por algún problema de salud”.