“La única lucha ardorosa e inalienable que debemos permitirnos es la que pretende una revolución en paz desde su concepción hasta su realización”
El vicegobernador Floro Bogado destacó que debemos seguir buscando el camino más fértil, como decía del Gral. Perón, la armonía y la paz como condiciones inalienables para erradicar todo tipo de violencia, provenga de donde provenga.
Lo hizo con motivo de conmemorar el 41º aniversario del quebrantamiento del orden democrático y constitucional –presidido por María Estela Martínez de Perón- el que abrió el proceso más oscuro y espurio de nuestra historia política, económica, social y cultural de la nación. Este Terrorismo de Estado fue detentado por la Junta de Comandantes en Jefe de las tres fuerzas armadas: Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Eduardo Massera (La Armada) y Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea).
Destacó que todas las actividades de este autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” se escribieron con sangre, impunidad e injusticia, y hoy son datos arrancados de ese plan sistemático que torturó, asesinó e hizo desaparecer a 30.000 compatriotas; erradicó a una dirigencia intermedia; suspendió la actividad de los partidos tradicionales, el derecho a huelga y las actividades gremiales de trabajadores; neutralizó toda forma o comportamiento “contestatario” en las escuelas. Se organizó un plan para dominar por el terror, para paralizar de miedo a la población y obligarla a seguir sus mandatos. El plan consistió en secuestrar, torturar y asesinar a miles y miles de personas, argentinas y extranjeras, médicos, estudiantes, obreros, políticos, sacerdotes, maestros, artistas, periodistas, niños y bebés. Todo en forma clandestina, sobre la base de un sistema montado que “quebrantaba principios fundamentales que la Constitución requiere para que el Estado aplique un castigo: un juicio llevado en debida forma y una ley previa que defina exactamente los hechos y la pena. Recordó también que “en lo económico se puso en práctica una serie de reformas que tendieron a desindustrializar el país, consumiendo solamente artículos importados, sin importar la calidad, provocando esto un aumento notable de la pobreza que alcanzó a un tercio de la población, esto claramente respondía a intereses imperialistas (con complicidad interna) para tener el control de todos los aspectos vitales de nuestras comunidades latinoamericanas- como persisten “hic et nunc”- con nuevas “aves rapaces”. En aquel entonces se enmarcaban en la organización terrorista internacional denominada “Plan Cóndor” con el guiño de E.E U.U.
Manifestó que “no hay palabras que puedan contener esta fecha, porque son palabras que evocan vidas que no están, palabras cargadas de sangrantes heridas internas, de lucha entre hermanos, pero cuya Memoria histórica hace estallar la Verdad para seguir bregando por una nación libre, justa, abierta, generosa, soberana, en un orden que apele a una doctrina revolucionaria en su concepción, -como nos legaba Perón en “el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional”- pero pacífica en su realización. El General decía que “agentes del desorden son los que pretenden impedir la consolidación de un orden impuesto por la revolución en paz, agentes del caos que fomentan la violencia dividiéndonos para que “nos devoren los de afuera”, pero no hay fuerza predatoria que pueda vencer a una comunidad unida, hermanada, organizada y que desea elevarse en una victoria espiritual sobre la material, subrayó.
Finalmente dijo que para no repetir los hechos fratricidas de ese nefasto 24 de Marzo del 1976, el llamamiento más solemne que podemos hacer es que soltemos las amarras del egoísmo, de los sectarismos y huir de la miseria e ignorancia espiritual para que cada persona se realice libre, solidaria y pacíficamente en la comunidad organizada y estrechar de una vez por todas los lazos de hermandad entre los que habitamos en este bendito suelo argentino, y entre todos los pueblos iberoamericanos, como soñaron nuestros libertadores en la anhelada Patria Grande de Hermanos, abrigados en la Civilización del Amor.-
Lo hizo con motivo de conmemorar el 41º aniversario del quebrantamiento del orden democrático y constitucional –presidido por María Estela Martínez de Perón- el que abrió el proceso más oscuro y espurio de nuestra historia política, económica, social y cultural de la nación. Este Terrorismo de Estado fue detentado por la Junta de Comandantes en Jefe de las tres fuerzas armadas: Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Eduardo Massera (La Armada) y Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea).
Destacó que todas las actividades de este autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” se escribieron con sangre, impunidad e injusticia, y hoy son datos arrancados de ese plan sistemático que torturó, asesinó e hizo desaparecer a 30.000 compatriotas; erradicó a una dirigencia intermedia; suspendió la actividad de los partidos tradicionales, el derecho a huelga y las actividades gremiales de trabajadores; neutralizó toda forma o comportamiento “contestatario” en las escuelas. Se organizó un plan para dominar por el terror, para paralizar de miedo a la población y obligarla a seguir sus mandatos. El plan consistió en secuestrar, torturar y asesinar a miles y miles de personas, argentinas y extranjeras, médicos, estudiantes, obreros, políticos, sacerdotes, maestros, artistas, periodistas, niños y bebés. Todo en forma clandestina, sobre la base de un sistema montado que “quebrantaba principios fundamentales que la Constitución requiere para que el Estado aplique un castigo: un juicio llevado en debida forma y una ley previa que defina exactamente los hechos y la pena. Recordó también que “en lo económico se puso en práctica una serie de reformas que tendieron a desindustrializar el país, consumiendo solamente artículos importados, sin importar la calidad, provocando esto un aumento notable de la pobreza que alcanzó a un tercio de la población, esto claramente respondía a intereses imperialistas (con complicidad interna) para tener el control de todos los aspectos vitales de nuestras comunidades latinoamericanas- como persisten “hic et nunc”- con nuevas “aves rapaces”. En aquel entonces se enmarcaban en la organización terrorista internacional denominada “Plan Cóndor” con el guiño de E.E U.U.
Manifestó que “no hay palabras que puedan contener esta fecha, porque son palabras que evocan vidas que no están, palabras cargadas de sangrantes heridas internas, de lucha entre hermanos, pero cuya Memoria histórica hace estallar la Verdad para seguir bregando por una nación libre, justa, abierta, generosa, soberana, en un orden que apele a una doctrina revolucionaria en su concepción, -como nos legaba Perón en “el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional”- pero pacífica en su realización. El General decía que “agentes del desorden son los que pretenden impedir la consolidación de un orden impuesto por la revolución en paz, agentes del caos que fomentan la violencia dividiéndonos para que “nos devoren los de afuera”, pero no hay fuerza predatoria que pueda vencer a una comunidad unida, hermanada, organizada y que desea elevarse en una victoria espiritual sobre la material, subrayó.
Finalmente dijo que para no repetir los hechos fratricidas de ese nefasto 24 de Marzo del 1976, el llamamiento más solemne que podemos hacer es que soltemos las amarras del egoísmo, de los sectarismos y huir de la miseria e ignorancia espiritual para que cada persona se realice libre, solidaria y pacíficamente en la comunidad organizada y estrechar de una vez por todas los lazos de hermandad entre los que habitamos en este bendito suelo argentino, y entre todos los pueblos iberoamericanos, como soñaron nuestros libertadores en la anhelada Patria Grande de Hermanos, abrigados en la Civilización del Amor.-