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Paciente del Servicio de hemodiálisis de Clorinda comenta su experiencia

La esposa de un paciente que se encuentra en diálisis valoró con profunda emoción que su marido pueda hacer el tratamiento en el mismo lugar en el que vive, sin necesidad de trasladarse lejos de su hogar.



La señora Ramona de 62 años que vive en el barrio 742 Viviendas de la ciudad de Clorinda, agradeció al Hospital de Clorinda y al equipo de salud del servicio de hemodiálisis “por facilitarnos tanto las cosas desde que mi marido puede hacer aquí su tratamiento de diálisis; y no sólo por eso, sino también por lo bien que nos trataron desde un primer momento, sobre todo a él que es el que está enfermo”.

Según detallaron desde la dirección del nosocomio clorindense, el señor Lorenzo se está dializando en el lugar desde febrero de este año pero anteriormente para hacer su tratamiento se trasladaba tres veces por semana en la capital de Formosa a un centro privado de diálisis. También tiene diagnóstico de diabetes y tiene problemas en la visión pero “actualmente se le está haciendo un seguimiento y un estricto control con cada uno de los especialistas, con turnos programados y se encuentra en buenas condiciones”.

“Cuando nos enteramos que acá abrieron el centro nos pusimos en contacto con los médicos y enseguida empezó su tratamiento en este mismo hospital. Y la verdad, reconozco lo importante que es para mi esposo que pueda hacerlo cerca de su casa sin tener que viajar lejos; que nos permite también a nosotros estar cerca de él y poder acompañarlo. Es una alegría inmensa y a la vez, un alivio”, explicó Ramona.

Al referirse a los viajes semanales que debía hacer su esposo antes de dializarse en Clorinda, la esposa comentó que “Fueron muchos años de mucho viaje y de mucho cansancio para su cuerpo enfermo”. Cada día de traslado implicaba dos horas de viaje, a lo que se sumaban cuatro horas de diálisis “eso le provocaba agotamiento y nerviosismo. A su regreso, muchas veces llegaba muy descompuesto por todo lo que sufría desde que salía de nuestra casa hasta que volvía”, remarcó.

“Por eso insisto en mi eterno agradecimiento en nombre de mi esposo y de toda mi familia, poder estar cerca de él y acompañarlo en el proceso que lleva cada diálisis no tiene precio. En este hospital pudimos calmar nuestras preocupaciones y ansiedades. Y desde nuestro lugar, invitamos a todas las personas que requieren hacerse este tratamiento a que se acerquen aquí y que se informen sobre esta gran oportunidad”, acentuó la señora.

Finalmente, Ramona extendió su gratitud al gobernado Gildo Insfrán y al ministro de Desarrollo Humano, Dr. José Luis Décima “por hacer posible esta realidad no sólo para Lorenzo, sino también para muchos otros pacientes que atraviesan por esta situación de salud. Aquí no sólo nos hacen el tratamiento, están permanentemente atentos a nuestras necesidades, atienden a mi esposo, le dan los medicamentos de forma gratuita y todo lo que precisa para tener una mejor calidad de vida. Me siento emocionada y no me alcanzan las palabras”.