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Pesar por el deceso de Tonchi Giménez, un periodista cabal y comprometido con Formosa.

Profundo pesar causo entre los trabajadores de prensa de Formosa el deceso de  Miguel Basilio Giménez, conocido por su apodo de "Tonchi", quien se desempeñara como redactor en diversos medios gráficos locales y que actualmente cumplía funciones en la dirección de Prensa de la subsecretaria de Comunicación Social del Poder Ejecutivo y en el diario Tiempo.

De bajo perfil, se caracterizo por su solidaridad con los colegas al momento de compartir el material diario sobre los más  variados acontecimientos del quehacer provincial y fue cercano de quienes tienen la noble misión de redactar e informar.

Fue conocido por su buen humor y por ser un redactor comprometido con la provincia tal como quedaban reflejados sus trabajos que se distribuían cotidianamente a los distintos medios de comunicación gráficos y audiovisuales.

Trabajo, entre otros medios, en  los ya desaparecidos Nuevo Diario y Noticias así como también en La Mañana y actualmente Tiempo con cuyo propietario, Darío Alcides Solis, mantuvo un apego de muchos años.

Pese a los cuidados médicos, su situación clínica se fue complicando en la jornada del sábado a tal punto que derivo en su fallecimiento en la jornada de este domingo primero de julio.

"Tonchi" también formo parte de las comisiones directivas del Sindicato de Prensa de Formosa y se destacaba por no fijarse en horarios prolongados a la hora de cumplir la labor periodística en el complejo de 9 de Julio y Junín.

Sus compañeros de tareas se mostraron impactados por la noticia del deceso y no dejaron de ponderar los valores personales y el relieve profesional del colega, del amigo y maravilloso ser humano, que deja un lugar vacio en muchísimos lugares donde sus aportes anónimos  llegaban a diario.

Lo que no cabe duda es que sus cantos guturales que el siempre creyó eran melodías amigas de los sufridos tímpanos que lo oían e identificaban, o sus características y ahora perdurables expresiones demandando un plan para cada jornada, perduran  en los sitios que a cotidiano frecuentara junto a sus muchísimos amigos que su bondad infinita de buen tipo supo recoger en este tránsito por la vida.