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"Evita, siempre viva y más vigente que nunca"

Los pueblos del mundo, a lo largo de la historia y de sus propias historias, pudieron ser testigos suficientes de hombres y mujeres que fueron leales a su patria y también de aquellos que traicionaron a la misma. Nuestro pueblo, tiene una línea histórica de hombres y mujeres que forjaron la idea de una Patria grande, justa, libre y soberana, línea que iniciará San Martín, continuara con Rosas, Yrigoyen y Perón, quienes, en cada tiempo político, tuvieron apoyo moral y espiritual en mujeres de esta tierra, como Juana Azurduy, luchadora por las independencias hispanoamericanas y la emancipación del Virreinato del Rio de la Plata y, en otro tiempo histórico, la aparición de María Eva Duarte de Perón, llamada cariñosamente por el pueblo “Evita”.

El pueblo argentino, más aun aquellos que por mucho tiempo fueron olvidados y desprotegidos, encontraron en Perón un hombre que luchara por sus derechos y en Evita, la abanderada espiritual de los humildes, la defensora de los descamisados, de los cabecitas negras, la mujer que le daría al peronismo el toque de sentimiento más puro y sublime.

En solo 4 años de vida política supo ganarse el corazón de gran parte del pueblo argentino, pero también el odio de la oligarquía recalcitrante, quienes aún respondían a interés foráneos.

Amada y odiada, los dos sentimientos respondían a lo mismo, a sus acciones: amada por los más vulnerables porque nunca los dejo solos, reconociendo ella, que los más humildes son los únicos que saben ser agradecidos; y odiada por la oligarquía, por la misma razón, porque no era una primera dama que se dedicara a organizar fiestas privadas o paseos por la residencia presidencial, sino a luchar incansablemente por aquellos que necesitaban del brazo protector del Estado.

El tiempo pasa, la sociedad va mutando, la tecnología avanza, la política se adapta, la historia se sigue escribiendo, pero el nombre de Evita y su legado siguen más vivos que nunca. Aun en tiempos como este, donde vuelven a soplar vientos de neoliberalismo, donde vuelven a haber argentinos que defienden mas los intereses de unos pocos por sobre los del pueblo; donde está más presente que nunca la histórica y eterna disyuntiva, Patria o Colonia, liberación o dependencia, unidos o dominados. Ante este enfrentamiento ideologico, las militantes de la rama femenina del Movimiento Nacional Justicialista de Formosa seguiremos defendiendo las banderas de la justicialismo, seguiremos del mismo lado de la historia, acompañando al que menos tiene guiadas por el conductor del Peronismo formoseño, el Compañero Gildo Insfran.

Hubo una mujer que se dedicó a llevarle al presidente Perón, las esperanzas del pueblo argentino. A esa mujer el pueblo la llamaba cariñosamente EVITA, por siempre, EVITA.

Karen Ibañez 
Militante del Centro de Estudios Politicos Juan Domingo Perón