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Los leales custodios del proyecto de Gildo Insfrán

La Universidad Nacional de Formosa nacía a la vida institucional en el año 1988, y con ella diferentes procesos sociales, que acompañaron no solamente lo estrictamente académico, sino también lo político. Con este origen se levantaron aquí los principios rectores de la universidad pública, gratuita y cogobernada, y al mismo tiempo surgieron actores comprometidos con la igualdad, la solidaridad, el fortalecimiento de las instituciones y la consolidación de un modelo de gestión para todos los formoseños. Fueron varios los que contribuyeron a engrandecer la historia de la U.Na.F., en ella aparecen Juan Carlos Candia, Ramón Francisco Giménez, Mario Ferreira Avilés, Roberto Juan Acosta por citar algunos. El futuro tenía previsto un horizonte de grandes luchas para aquellos comprometidos con la práctica de la militancia activa, la búsqueda constante del pluralismo y el debate de ideas para elevar el progreso de nuestra casa de estudios, entendida como una sólida comunidad de trabajo.

Uno de los artífices descollantes de la consolidación del proceso democrático de la U.Na.F. es sin dudas Rafael Olmedo, figura indiscutible del caudillismo peronista en todos los claustros y que ha sabido interpretar las necesidades del movimiento universitario de su tiempo. Y es que ya en 1997 encabezó la marcha al rectorado donde se exigió a los interventores el llamado a elecciones y respaldar de esta manera la autonomía universitaria que hasta el día de hoy se conserva. En 1999, y en oportunidad de que los mismos que hoy buscan desestabilizar la institucionalidad provincial que junto a otras minorías confabularan una proscripción contra la reelección del compañero Gildo Insfrán, se defendió con férrea convicción las instituciones democráticas de Formosa, en una noche en que se intentó vulnerar los principios constitucionales y la decisión mayoritaria del pueblo.

Desde la universidad se ha defendido y se defiende incondicionalmente un modelo de gestión que busca incansablemente la justicia social, de un proyecto nacido de las entrañas mismas de nuestra identidad, llevado adelante por sus hijos, abierto a los aportes de todos quienes conforman la comunidad en cada una de sus escalas. El desafío consiste entonces en prestar la atención debida en los intereses de la comunidad sin distraer los valores fundamentales del individuo, proponiendo el debate fundado en el beneficio colectivo, además de diseñar y aplicar herramientas eficaces para posibilitar el crecimiento armónico de nuestros comprovincianos. Este es el reto desde nuestra Universidad Nacional de Formosa.

Frente a la actual coyuntura política de la provincia, los debates de consenso y las diferencias enriquecedoras, es innegable que nuestra U.Na.F. es irradio de desmesurada militancia, probado compromiso y cabal lealtad al noble proyecto del compañero Gildo Insfrán.



Psgo. Rafael Olmedo.

Secretario de Asuntos Estudiantiles y Extensión Universitaria



Universidad Nacional de Formosa.