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Hay hambre en la Argentina

Por Evelio Marcelo Ríos

Estamos a muy pocos días de cumplir con la formalidad de las primarias, y en octubre el poder ciudadano tendrá la oportunidad de hacer escuchar su voz con su pensamiento hacia qué rumbo desea orientar o retomar la brújula del futuro institucional y político de los argentinos. Frente a este panorama de serio descontento social, un quiebre económico que da escalofríos y, como es natural, altamente recesivo, un mercado financiero y un riesgo país en baja constante, llama poderosamente la atención el cinismo del Gobierno Nacional ante los reclamos de los gobernantes de las Provincias, que son ``legítimos´´ ante la falta de cumplimientos de acuerdos firmados; aunque insiste (por boca del jefe de Gabinete, Marcos Peña) que la Nación se encuentra en el mejor momento económico con récord históricos en ventas de materiales de la construcción y demás rubros, con aportes más significativos hacia todas las provincias y que el hambre del Pueblo Argentino es solamente un montaje televisivo de C5N.

Ante este escenario no solo de cinismo en su máxima expresión sino también de una frialdad hacia el Pueblo Argentino, podemos decir que pretender que el presidente Mauricio Macri tome la decisión política, que los argentinos reclaman, de cambiar el rumbo económico, de modificar el modelo de país que tenemos, exclusivamente dependiente de la banca internacional y de los intereses de la deuda externa, aparece a estas horas como un deseo ingenuo de chicos.

Desde el primer momento de la asunción del poder, hace 18 meses, cuando sostuvo el compromiso de que de´´ser Presidente de todos los argentinos”, no haría el ajuste sobre el pueblo, defendería el federalismo y la integración nacional``, Mauricio Macri exhibió una transparencia política, un decir y hacer, que nunca cumplió, siendo no solo la estafa electoral más grande del mundo sino también la más corrupta.

En los difíciles momentos que vivimos, la gestión del Gobierno Macrista tiene dirección y única responsabilidad en la caída estrepitosa de la actividad económica, en la baja de la recaudación fiscal, consecuencia de lo mismo, en un indice de desempleo que trepa a ritmo acelerado, agravado por la falta de trabajo en empresas que se cierran o huyen del país, y en la reducción de un programa de asistencia social, a nivel país hacia los demás desposeídos, de quienes necesitan la ayuda solidaria del Estado para sobrevivir, como el claro ejemplo de los abuelos del “Pami” desamparados y en pleno abandono.

GRAVE ASFIXIA SOCIAL

En contraposición a esa política de fraude y abandono aparece Gildo Insfrán, protagonista de un Gobierno distinto, cuyas acciones están pensadas para defender y beneficiar a su pueblo, sacando a Formosa del atraso y del aislamiento al que estaba condenada históricamente.

Ejemplo de ello son las innumerables obras realizadas durante su gestión que abarca no solo en lo educativo, el sistema de salud, la interconexión de los pueblos a través de rutas y caminos, sino que se extiende a otros campos que benefician a la provincia y al trabajo de los formoseños.

Sumado a este proyecto de provincia recientemente se puso en marcha el programa “En Formosa compra más y paga menos “, de gran impacto en beneficio de los formoseños ante la grave asfixia social que vive el País.

El programa consiste en un sistema de descuento del 50 % por intermedio de tarjeta de débito del Banco Formosa en productos alimenticios que adquieran en los supermercados de todo el territorio provincial los días 10 y 22 de agosto próximo, con un monto máximo de reintegro de $3000.

Sin lugar a dudas, el gobierno de Insfrán es a claras luces diametralmente opuesto a las políticas de ajuste que implementa el Macrismo, ya que sus políticas están pensadas únicamente para favorecer a los formoseños y mediante la cual más de 82 mil formoseños podrán beneficiarse.

AUTISMO DE MACRI

Sin embargo, lo más grave de la situación es la angustia y el sometimiento de las provincias – como Formosa – que son justicialistas y “ no amigas”, razón por la cual son víctimas de su política de desamparo y que deben soportar desde hace meses, la falta de cumplimiento de acuerdos y pactos financieros firmados entre la Nación y los gobernadores argentinos.

Ejemplo de esta discriminación constituye el hecho de que la Nación no realiza el envío de fondos o en su defecto, son acortados en materia de coparticipación federal. Esta es una situación extrema y que raya el desastre social, porque la gente ya no aguanta más, será exclusiva responsabilidad del presidente Mauricio Macri, por no haber minimizado la contrariedad social de los argentinos que, con estos ejemplos, se sienten más descreídos de la dirigencia política y frustrado en sus mejores ilusiones de cambio de quienes lo votaron.

A esta altura de las circunstancias, el desencanto contra el presidente Mauricio Macri y de quienes aún siguen siendo sus defensores políticos ya no resulta fácil de digerir, sobre todo no solo para las provincias justicialistas sino para la mayoría del Pueblo Argentino que ya no aguanta los ajustes y tarifazos para sostener la condonación de deudas privadas y la exención de impuestos de los ricos.

A tal magnitud llegó la frialdad y el cinismo del Gobierno de ricos y para ricos de Cambiemos, que manifiestan públicamente (por orden de Duran Barba) que las ideologías no existen ni los partidos políticos: solamente el libre mercado financiero, y debemos velar por los intereses de dichos mercados, permitiendo la bicicleta financiera, donde los fondos buitres se hacen un festín no solamente vaciando las reservas del Banco Central De La República Argentina, sino, endeudando a los argentinos en un siglo: donde 84 años solo pagaremos intereses. Continuando con sus relatos mentirosos, en el cual “nos toman por tontos” los escuchamos asegurar que es el único camino para que llegaran las inversiones extranjeras y a partir de ahí, el derrame económico tan esperado dará su fruto.

Cumpliéndose lo que nos advertía El papa Francisco: “ No podemos tolerar que las finanzas decidan la suerte de los pueblos”en lugar de servir a los necesitados” especulan con los precios de los alimentos” lo que acarrea “graves consecuencias” para el acceso de los más pobres a su propio sustento. Y en esta desalmada metodología es imprescindible la flexibilización laboral para llegar a su tan anhelado trabajo esclavo, logrando que lo ricos se hagan más ricos a costilla de los pobres.

CAMBIEMOS es la mentira y la maldad personificada, es el mal, es la pobreza económica y la ausencia de liderazgo, es la dependencia externa y la carencia de una política de auténtica defensa de los intereses nacionales, tocaron fondo, terminando por afectar, sin exclusiones a todo el pueblo argentino.