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“Evita no dio descanso a su prédica, ni tregua a su acción”

“A 65 años sin el genio y figura de Evita, el vicegobernador y Presidente Alterno del Partido Justicialista, Floro Bogado expresó que “Para el pueblo argentino es simplemente Evita, “la abanderada de los humildes” porque los amó, los cuidó y los protegió de la indiferencia de la oligarquía, quienes, como hasta hoy, se muestran ajenos al dolor y al sufrimiento de miles de desamparados. Evita, No dio descanso a su prédica ni tregua a su acción; no retaceó su amor que fluía en realizaciones generosas para el pueblo, ni se detuvo en la lucha” como diría nuestro poeta argentino Luis Cané, supo conquistar el corazón del pueblo argentino no sólo por esa sensibilidad social arrolladora que tenía, sino por predicar con el ejemplo y por la valentía con que enfrentó a los sistemas de poder, siendo como ella misma decía, apenas una humilde mujer, un gorrión en una bandada de gorriones, pero que supo predisponer esa inteligencia, humildad y corazón bajo la inspiración de uno de los políticos y estadistas más grandes del siglo XX, Juan Domingo Perón, el cóndor gigante, y el de nuestro Movimiento, como ella lo describía, que volaba alto y seguro sobre las cumbres, pero cerca del pueblo.

“Siento evocarla en este nuevo aniversario de su expiración física, como ella misma se confesaba y nos relataba los desgarros de su alma en su autobiografía “La Razón de mi vida”, una lectura imprescindible para avivar la llama de nuestra mística justicialista, -afirmó Bogado- Evita nos mostró y nos legó un sentimiento de indignación frente a las injusticias sociales, ella hablaba en términos de tres dimensiones sobre su obsesión por la causa de los pobres, “ la causa de su sacrificio incomprensible, donde la primera dimensión tenía que ver con el impacto que le provocó “descubrir” en su niñez que en el mundo había “ricos y pobres”, esta noticia la hizo llorar por una semana, como nos cuenta, luego el agravante de que los pobres eran pobres porque había demasiados ricos, es decir, una desproporción siniestra; profundizar en este clivaje neoliberal la llevó a ahondar en una tercera dimensión: que la mayoría aprende insensiblemente esta penosa realidad, como si fuera lógico y natural. Por tanto, su lucha, y nuestra lucha desde que el peronismo penetró con la luz de Perón y Evita en los secretos de nuestro destino manifiesto como Patria, es y será la de denunciar la avidez de la globalización fundada en la exclusión y en el egoísmo; y trabajar incansablemente para que no haya un solo argentino, un solo hermano, un solo ser humano viviendo indignamente, nuestra palabra de compromiso es “felicidad”, pero desde un concepto revolucionario que debe promoverse en el individuo como en el pueblo, hasta que esto no se logre –enfatizó Bogado- nuestra felicidad será siempre incompleta, si tan solo pudiéramos tener un poco de misericordia, como diría el papa Francisco, el mundo sin duda, sería menos frío. El mejor homenaje que le podemos rendir a nuestros líderes, a esos dos argentinos de ley que supieron conquistar la gran masa del pueblo, es seguir abrazando con la Justicia Social y la Ayuda Social al pueblo, es que los dos brazos del Peronismos son esos, con ellos damos un abrazo de justicia y de amor al mismo tiempo, además de ser la urgencia de nuestro Movimiento, hoy –subrayó-.

Para concluir dijo que Evita y Perón nos trazaron ese horizonte y nos enseñaron que hay que mantener la unidad con afán extraordinario, trabajando codo a codo por una patria justa, libre y soberana, promoviendo la cultura del encuentro, de la paz y del amor fraterno, de modo que todos los pueblos libres del mundo podamos mirarnos con corazón de hermanos en una Patria Grande”.